Duro golpe para Colombia y luego de la triste noticia del fallecimiento del pintor y escultor país, Fernando Botero, quién con su arte llenó al mundo de figuras ‘regordetas’ el gran legado que el artista dejó para que su nombre jamás muera.
Lina Botero desde la casa del maestro en Mónaco fue quién le confirmó la noticia y habló de esos últimos días al lado de su padre.
Ella en medio del dolor aseguró que esto se veía venir y que lo más importante fue que su padre hizo todo que quería hacer en vida.
Te interesa: Se cumplen 11 años de la muerte de Chavela Vargas: Cinco canciones inmortales


Paralelo a esta tragedia se inauguró en el Centro Cultural de las Claras de Murcia la que sería la última exposición del maestro vivo titulada “Botero, sensualidad y melancolía”.
La exposición se podrá visitar hasta finales de noviembre.
Fue Luis Fernando Pradilla, galerista y amigo cercano a Fernando Botero aseguró que la noticia lo tomó de sorpresa luego de disfrutar de una noche maravillosa en Murcia en el que se pudo ver el cariño de la gente.
«Es una gran perdida para los colombianos»



Pradilla narró que todo los días conversaba con el maestro y el domingo pasado le escribió pero nunca le contestó.
«Estaba con neumonía en el hospital y anoche se hizo la inauguración de su última exposición»
El galerista lo describió como un ser humano maravilloso y reconoció que estaba muy triste luego de la muerte de su esposa, Sophia Vari, tras una larga lucha con el cáncer.
«La muerte de Sophia lo afectó mucho y para él la vida ya no era lo mismo. Seguía trabajando con sus acuarelas»
A la perdida de su esposa, Pradilla manifestó que sufría de Parkinson y eso también lo había debilitado.
«Ya no estaba haciendo esculturas. Iba todos los días al taller a dibujar sus acuarelas y así los hizo en los últimos años»
Más para leer: Nicolás Petro así habló de su papá: «Yo fui una ficha de su ajedrez»



Fernando Botero lleno de figuras «regordetas» al mundo:
Nació en Medellín el 19 de abril de 1932. Fernando Botero se convirtió en el artista colombiano y que puso al país en lo más alto del arte mundial.
Hoy sus obras pasaran a la inmortalidad y es que las esculturas con figuras «regordetas» inundaron Estados Unidos, Francia, México, e incluso tocaron territorio europeo y asiático.
No tenía planeado convertirse en artista. A los 15 años, casi por accidente, descubrió su pasióny desde entonces nunca dejó de pintar.
Él quería ser torero y por falta de recursos económicos de su familia, decidió vender dibujos a la salida de la Plaza de toros La Macarena.
Allí vendió su primer obra, a tan solo 2 pesos, comenzó a considerar dejar el toreo por el arte, según Semana.
Desde entonces su vida se repartió en Europa, México y Estados Unidos, siendo este último país donde saltó a la fama gracias a Dietrich Malov, el director del Museo Alemán quien quedó encantando con sus ‘gordas’ y lo ayudó a realizar cinco exposiciones que llevaron al artista paisa a su estrellato.
Hoy sus millones de seguidores lloran su ausencia y han acudido a visitar las piezas que dejó para admirar su gran talento en todo el mundo.











