La Cruz Roja ayudó a la liberación de los 12 rehenes rehenes en poder de Hamas y desde el pasado 7 de octubre. Luego de la extensión de la tregua por dos días más, lograda por la mediación de Egipto y Catar.
CNN informó que cuatro helicópteros aterrizando en Kerem Shalom y donde se espera que los rehenes liberados se reúnan con el ejército israelí.
Ahora se espera la liberación de 30 prisioneros palestinos y este intercambio luego de extenderse la tregua lograda por Catar.
Los rehenes en traslados anteriores fueron llevados por vía aérea desde Kerem Shalom a hospitales.
Te interesa: Se cumplen 11 años de la muerte de Chavela Vargas: Cinco canciones inmortales



Desgarradoras: Historias de los rehenes
Uno de los testimonios más estremecedores es el contado por Eitan Yahalomi, un niño de 12 años y quién tras ser liberado narró lo que vivió según declaraciones a BFM.
La tía del niño, Devora Cohen, contó a la televisión francesa que los terroristas le obligaron a ver videos de las atrocidades que llevaron a cabo el 7 de octubre.
También los amenazaban con rifles y con el fin de que pararan de llorar tras ver los horrores cometidos por Hamas.
Cohen dijo que “los terroristas de Hamas lo obligaron a ver películas de los horrores, de esas que nadie quiere ver, lo obligaron a verlas”.
Tras la liberación los ex rehenes contaron historias desgarradoras y de lo que vivieron en su cautiverio.
«Hubo torturas psicológicas del grupo terrorista, incomodidad para dormir, comida escasa y en mal estado y rutinas monótonas»
La doctora Galit Livni, jefa del departamento de pediatría del Hospital Infantil Schneider, dijo que poco a poco ellos van contando sus historia de esta dura experiencia.
Los adultos expresaron que “No todos vivieron exactamente lo mismo y que algunos tenían más información sobre lo que pasaba en Israel, otros menos”.
Los miembros de Hamas eran “monstruos”.
Otro testimonio fue el de Ohad Munder, con 9 años y contó que escuchó a su familia deseándole feliz cumpleaños. Fue liberado el viernes pasado junto con su madre, Keren, y su abuela, Ruth.
«La mantuvieron en una habitación “asfixiante” y durmió en sillas de plástico con una sábana durante casi 50 días», señaló la abuela.




