Lamentable, Ecuador es presa de la violencia más abyecta

Encapuchados ingresaron al plató de la cadena TC Televisión en Guayaquil (Ecuador) y amenazaron con poseer bombas.
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Hombres armados han irrumpido este martes 9 de enero en el plató de un canal de televisión pública de Ecuador cuando transmitía en directo y amenazaron al personal allí presente.

Los hombres con el rostro cubierto ingresaron al plató de la cadena TC Televisión en la ciudad portuaria de Guayaquil y gritaron que tenían “bombas”. Se escucharon ruidos similares a disparos.

Ecuador se ha visto sacudido por una serie de ataques que incluyeron explosiones y el secuestro de varios agentes de policía después de que el gobierno impusiera un estado de emergencia tras la aparente fuga de un poderoso líder de una pandilla de prisión.

Policía del Ecuador

La policía informó que cuatro agentes fueron secuestrados el lunes por la noche y seguían desaparecidos, uno en la capital, Quito, y tres en la ciudad de Quevedo.

Por otra parte, los agentes detuvieron a dos personas por posesión de explosivos y como sospechosos de al menos uno de los atentados en el país sudamericano.

El Gobierno no ha dicho cuántos ataques se registraron en total, pero medios locales informaron de varios, incluidos algunos en ciudades del norte, donde se incendiaron vehículos, y otros en Quito, incluida una explosión cerca de la casa del presidente de la Corte Nacional de Justicia.

Las autoridades no han dicho quién se cree que está detrás de los ataques y si los incidentes son parte de una acción orquestada. El Gobierno ha acusado anteriormente a miembros de las principales bandas de narcotraficantes de ataques similares. En los últimos años,

Ecuador se ha visto envuelto por una oleada de violencia vinculada al narcotráfico, incluidos homicidios y secuestros.

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Las autoridades ecuatorianas informaron el domingo que Adolfo Macías, alias “Fito” y líder de la pandilla Los Choneros, no se encontraba en su celda en una prisión de baja seguridad. Ese día estaba previsto que fuera trasladado a un centro de máxima seguridad.

Su paradero no estaba claro.

Los fiscales abrieron una investigación y acusaron a dos guardias en relación con la supuesta fuga, pero ni la policía, el sistema penitenciario ni el Gobierno federal confirmaron si Macías huyó de la instalación o podría estar escondido en ella.


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