Las lluvias no dan tregua en Estados Unidos. Joe Biden, presidente, declaró el estado de «catástrofe grave» en California, luego de de tres semanas de precipitaciones sin precedentes que han causado la muerte de 19 personas.
Biden desde la Casa Blanca dispuso una ayuda federal para los damnificados en el oeste del país y luego de la ola invernal ocurrida el pasado 27 de diciembre.
Este invierno provocado por el Cambio Climático provocó inundaciones, deslizamientos de tierras y coladas de barro, según la Casa Blanca.
La situación que se presentó el pasado sábado no fue diferente a la de semanas anteriores y es que cayó mucha lluvia y nieve en las zonas de montañas. Lo más grave es las tierras están encharcados y llegando al punto de saturación.
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Se tiene previsto un nuevo «río atmosférico» y esto dignifica una franja de humedad que transporta grandes cantidades de agua de los trópicos.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advirtió que traerá «nuevas olas de precipitaciones extremas».
El NWS alertó de «inundaciones desastrosas» en la región de Salinas, una importante zona agrícola al sur de San Francisco.
El gobernador de California, Gavin Newsom, advirtió a la población que todavía no están a salvo: «No se ha terminado», dijo el sábado tras visitar a los habitantes afectados por las tormentas.
Cerca de 26 millones de californianos permanecían bajo alerta de inundación.
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