La más reciente encuesta de Cifras y Conceptos y Polimétrica confirmó lo que ya se percibía en los círculos políticos: la candidatura del exgobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, no logra despegar en el escenario nacional. De acuerdo con el sondeo, el aspirante apenas alcanza un 2% de intención de voto, una cifra que lo ubica dentro del margen de error y refleja las dificultades de su campaña para posicionarse entre los principales contendores de cara a las elecciones presidenciales de 2026.
Zuluaga, quien promueve su movimiento “Fuerza por las Regiones”, ha intentado construir un discurso centrado en la descentralización, el fortalecimiento de los departamentos y la recuperación del liderazgo de las zonas apartadas frente al centralismo bogotano. Sin embargo, la propuesta no ha logrado conectar con la ciudadanía ni consolidarse como una alternativa sólida frente a figuras con mayor visibilidad nacional, como Aníbal Gaviria, que en la misma encuesta registra un 9% de apoyo.
Incluso en su propio departamento, el Meta, donde fue alcalde de Villavicencio y luego gobernador, los niveles de respaldo se mantienen bajos. Analistas locales señalan que, pese a su reconocimiento regional, Zuluaga no ha conseguido proyectar una imagen de liderazgo nacional. “Su discurso regionalista carece de una narrativa unificadora que atraiga al votante urbano o a los sectores independientes”, explicó la politóloga María Fernanda Pardo.
La campaña de Zuluaga también enfrenta problemas de estructura y financiación. A diferencia de otros aspirantes con maquinarias partidistas o alianzas consolidadas, el exgobernador ha optado por un modelo más austero y basado en el contacto directo con comunidades locales. Sin embargo, esa estrategia no ha generado el impulso mediático ni la presencia territorial suficientes para aumentar su reconocimiento fuera de los Llanos Orientales.
A esto se suma una percepción de falta de credibilidad política, especialmente entre sectores críticos que asocian su figura con gobiernos regionales cuestionados por su manejo administrativo. Para algunos analistas, su paso por la Gobernación del Meta no dejó resultados suficientemente contundentes como para proyectar una plataforma presidencial viable.
En contraste, otros precandidatos han capitalizado su gestión en temas de seguridad, infraestructura o reconciliación territorial, dejando a Zuluaga rezagado en un panorama electoral cada vez más competitivo.
“Zuluaga representa un liderazgo que no termina de definirse: quiere ser regional, pero compite en una arena nacional. En esa ambigüedad pierde fuerza”, sostuvo el consultor político Luis Felipe Parra.
Por ahora, el equipo del exgobernador insiste en que su candidatura se mantiene firme y que el proyecto “Fuerza por las Regiones” seguirá recorriendo el país para recoger apoyos. No obstante, con los niveles actuales de intención de voto, Zuluaga enfrenta el reto de replantear su estrategia si quiere evitar que su aspiración se diluya antes de que comience oficialmente la contienda electoral.



