En un nuevo intento por cambiar el rumbo histórico de una frontera marcada por la tensión, los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro oficializaron la creación de una zona binacional entre Colombia y Venezuela, una iniciativa que busca articular acciones conjuntas en materia de comercio, salud, educación y seguridad.
El proyecto contempla una integración transfronteriza que incluye los departamentos de La Guajira, Cesar y Norte de Santander, en Colombia, y los estados venezolanos de Táchira y Zulia. Según el acuerdo, la zona tendrá como objetivo transformar el conflicto fronterizo en desarrollo productivo, con énfasis en el bienestar de las poblaciones que históricamente han sufrido abandono estatal, violencia, contrabando y presencia de actores armados.
Una frontera de cooperación
Durante la firma del acuerdo, que tuvo lugar este lunes, el presidente Petro expresó que esta zona binacional representa “una apuesta por la integración y el progreso común”. En su discurso, defendió el proyecto ante las críticas que aseguran que se estaría cediendo soberanía nacional.
“La soberanía no se pierde cuando los pueblos se unen; la soberanía se pierde cuando las mafias mandan en la frontera”, afirmó el mandatario colombiano.
Por su parte, Nicolás Maduro señaló que este es el primer paso hacia una “nueva era de cooperación binacional”.
Reacciones divididas
El expresidente Álvaro Uribe y sectores de la oposición calificaron la propuesta como una “entrega de soberanía” y advierten que podría generar zonas de influencia con control político binacional, sin garantías institucionales claras. En redes sociales, usuarios también se mostraron divididos entre el entusiasmo por el desarrollo fronterizo y el temor por posibles abusos de poder o falta de claridad en la ejecución del proyecto.
No obstante, los gobiernos insisten en que la zona binacional entre Colombia y Venezuela será gestionada con transparencia, con participación de autoridades locales, organizaciones comunitarias y organismos internacionales.
¿Qué sigue?
Los próximos pasos incluyen la instalación de mesas técnicas binacionales para definir los ejes prioritarios de intervención, establecer corredores sanitarios y comerciales, y desarrollar proyectos de infraestructura conjunta, especialmente en pasos fronterizos como Cúcuta–San Antonio y Paraguachón–Guarero.



