Cada vez en el país son más las personas que son víctimas de amenazas por su activismo social, al igual que por su identidad de género, como lo ocurrido con Yury Tatiana Lozano Vidal de 36 años de edad, quien, a pesar de haberse enfrentado a cientos de desafíos y prejuicios, trabajó por los Derechos Humanos.
Según lo establecido por Yury Tatiana: “desde que comencé a levantar la voz por los Derechos Humanos y a luchar contra la violencia en todas sus formas, sabía que era un terreno peligroso, sin embargo, nunca pensé que mis acciones serían consideradas como una amenaza para un grupo margen de la ley. Mis Críticas a la violencia como método de lucha, mis llamados a la paz y a la inclusión, resultaron ser motivos para convertirme en objetivo militar”.
La labor realizada en el Valle y en el Cauca, la llevó a recibir amenazas de diferentes formas, como panfletos o llamadas anónimas, donde le indicaban que su vida corría peligro y que debía huir lo antes posible: “el ELN habían declarado mi condena al exterminio y a la tortura, simplemente por ser quien soy y por levantar mi voz en favor de un mundo más justo y pacífico”.
Del mismo modo, manifestó que en varias ocasiones intentaron secuestrarla o asesinarla: “en una ocasión, me movilizaba en un vehículo de servicio público y en un retén, de quienes serían del ELN, nos hicieron detener, uno de ellos me reconoce e intenta sepárame del grupo, pero las persona ahí lo evitaron, en eso llegó otro bus e hicieron que todos bajaran del mismo, ahí y por consejo de una señora hui y me escondí en una zona boscosa”.
A pesar de todo lo que ha pasado Yury Tatiana no acalló su voz y continúo luchando, resistiendo, siempre más allá del miedo y de la persecución, tenía una meta, que era levantar su voz por quienes no pueden hacerlo. Así mismo aseguró que a pesar de haber solicitado ayuda de los entes gubernamentales no encontró respaldo por lo que tuvo que salir del país.
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