El defensa colombiano Yerry Mina compartió recientemente detalles poco conocidos sobre su experiencia en el FC Barcelona, revelando que atravesó momentos difíciles durante su estadía en el club. Según contó, el entonces técnico Ernesto Valverde no le dirigió la palabra durante siete meses, lo que generó un fuerte impacto emocional y profesional. Además, Mina confesó sentirse aislado y presionado en un entorno altamente competitivo, donde las oportunidades eran escasas y la exigencia constante. A pesar de compartir vestuario con figuras como Lionel Messi, el zaguero asegura que la etapa fue más dura que inspiradora.
Sin embargo, el jugador no guarda rencor y ve esa experiencia como una valiosa lección. Hoy, con mayor madurez, Mina reconoce que ese periodo lo ayudó a fortalecerse mentalmente y a entender mejor el alto nivel del fútbol europeo. Sus declaraciones también abren la conversación sobre la salud mental de los deportistas de élite, especialmente aquellos que llegan desde otros contextos y deben adaptarse a entornos exigentes y poco inclusivos. Su testimonio deja ver que el éxito no siempre se mide por minutos en cancha, sino por la capacidad de resistir y seguir creciendo.




