Desde las tierras del Patía, Cauca, emerge la inspiradora historia de Yarly Esther Gómez Avirama, una joven cuyo esfuerzo y dedicación la han convertido en un símbolo de transformación para su comunidad rural.
Nacida en el corregimiento de Don Alonso, en la vereda Zarzal, Yarly creció rodeada de los valores inculcados por sus padres, Myriam Avirama y Lidio Gómez, quienes le enseñaron a amar el campo y a ver en la educación una poderosa herramienta de cambio.
Impulsada por su pasión por la agricultura y el desarrollo rural, decidió postularse al exigente programa Utopía de la Universidad de La Salle, sede Yopal, Casanare. Entre más de 40 aspirantes, fue una de los ocho seleccionados, un logro que marcó un antes y un después en su vida.
Durante su formación, ha adquirido valiosos conocimientos en tecnificación agrícola, sostenibilidad de cultivos e impacto social de la agronomía. Su mayor anhelo es regresar a su tierra natal para aportar al desarrollo de su comunidad y mejorar las condiciones del campo. Su dedicación y esfuerzo le han valido el reconocimiento de familiares y amigos.
El testimonio de Yarly demuestra que la educación, cuando se combina con pasión y compromiso, tiene el poder de generar cambios reales. Su historia no solo es un ejemplo de perseverancia, sino también un faro de esperanza para un campo colombiano más sostenible y próspero. Con cada paso que da, sigue sembrando las semillas de un futuro lleno de oportunidades para el Patía y el Cauca.
