En medio del abandono estatal, la sede San Francisco Club del colegio José Joaquín Flórez Hernández, en Ibagué, enfrenta una crisis alarmante. Este 28 de julio, delincuentes ingresaron por el techo, rompieron tejas y se llevaron una cabina de sonido que había sido comprada por las docentes con recursos de actividades escolares. Además, destruyeron puertas, rejas, cámaras y dañaron gravemente la infraestructura.
En los últimos cinco años, han sufrido ocho robos, incluyendo el saqueo total de la sala de informática y de preescolar. Televisores, aires acondicionados, libros, juegos y material pedagógico han desaparecido bajo la mirada indiferente de las autoridades.
Según las docentes, los daños fueron descubiertos en la mañana del lunes, cuando el vigilante que solo labora de noche les indicó que los hechos habrían ocurrido a plena luz del día. La Policía acudió al lugar para inspeccionar los destrozos.
Como si fuera poco, una pared colindante, afectada por un incendio en un salón de eventos cercano, amenaza con colapsar, representando un riesgo inminente para los estudiantes, de entre 5 y 12 años. La estructura tiene más de 50 años y no ha recibido mantenimiento.
Lamberto García, rector del plantel, junto con docentes y padres de familia, exige a la Alcaldía y la Secretaría de Educación intervenir de manera urgente. La comunidad clama por seguridad, inversión y garantías mínimas para que los menores puedan acceder a una educación digna y sin miedo.



