En una hazaña de conservación que enorgullece al país, Colombia dio la bienvenida a Wayra, una hembra de cóndor andino nacida por incubación artificial en el Parque Jaime Duque. Este suceso se suma al logro obtenido hace un año con el nacimiento de Rafiki, el primer macho en realizarse con este método, y fortalece los esfuerzos nacionales para salvar a esta especie en peligro crítico.
El nacimiento fue posible gracias a un proceso meticuloso: durante 60 días se controlaron con precisión parámetros como temperatura, humedad y peso del huevo. Si, tras el “picaje” (el momento en que el polluelo debe abrir su cáscara) este no logra romperla por sí solo, se interviene con asistencia técnica. En el caso de Wayra, fue necesario remover cuidadosamente fragmentos de cáscara para ayudarla a nacer con la fuerza adecuada.
Desde que emergió al mundo, Wayra ha estado bajo cuidados especiales: alimentada cinco veces al día con presas pequeñas, se le ha brindado un ambiente controlado y se han utilizado títeres que imitan cabezas de cóndores adultos para evitar que se vincule humana-mente, con el objetivo de que se adapte como si fuera parte de su propia especie.
Por ahora, su crecimiento se monitorea de cerca: Wayra permanecerá en aislamiento controlado durante aproximadamente siete meses, tiempo durante el cual aprenderá a alimentarse con mayor autonomía y a volar. Después se planea integrarla con Rafiki, para fortalecer su habilidad social con otros cóndores, y así prepararla para su posible liberación en hábitat natural.
El nacimiento de Wayra tiene especial relevancia para Colombia, donde se estima que solo 150 a 250 cóndores andinos viven en libertad, cifra alarmantemente baja. Cada nuevo ejemplar marca una luz para la conservación de esta especie; con más acciones como esta, se espera recuperar su población y proteger los parajes donde habitan.
