Las señales de un posible acercamiento entre Estados Unidos y Venezuela contrastan con el creciente clima de tensión en el Caribe. Donald Trump aseguró que pronto conversará con Nicolás Maduro y que tiene preparado un mensaje que aún no puede revelar. Aunque el mandatario norteamericano no descartó opciones militares, dejó entrever que espera que la combinación de sanciones, presión diplomática y operaciones marítimas lleve a una transición política sin necesidad de un conflicto abierto.
Maduro, por su parte, respondió desde la televisión estatal afirmando que cualquier conversación deberá realizarse “cara a cara” y bajo principios de respeto mutuo. El líder venezolano reiteró que la diplomacia y el diálogo deben primar por encima de cualquier medida de fuerza.
Mientras ambos gobiernos hablan de posibles encuentros, el Pentágono continúa reforzando su presencia en la zona bajo la operación “Lanza del Sur”. El despliegue de tropas y buques ha coincidido con ataques contra embarcaciones acusadas de narcotráfico, acciones que ya han dejado 83 muertos y 22 naves hundidas.
Con la inminente entrada en vigencia de la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista, analistas advierten que Washington podría utilizar este precedente para justificar pasos más agresivos. Por ahora, la expectativa se centra en si Trump optará por una estrategia diplomática o si avanzará hacia medidas más contundentes en territorio venezolano.




