Gutiérrez anunció el inicio del proceso para autorizar la construcción en la plaza de toros.
Las fiestas de San Pedro 2025 en El Espinal volverán a contar con palcos en la Plaza de Toros Gilberto Charry, tres años después del trágico colapso que dejó cuatro muertos y más de 300 heridos. El anuncio fue hecho por el alcalde Wilson Gutiérrez Montaña, quien confirmó que el montaje estará sujeto a estrictas medidas de seguridad, según lo dispuesto en la Resolución 941 del 16 de mayo de 2025.
Según el mandatario, el operador encargado ya fue seleccionado, pero deberá presentar un plan de contingencia que será evaluado por el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo, el cual revisará el cumplimiento de todos los requisitos técnicos y legales. “Fueron muchísimas las solicitudes de los ciudadanos para la construcción de palcos”, declaró Gutiérrez Montaña.
A pesar de las advertencias del secretario de Seguridad del Tolima, Alfredo Bocanegra, quien recomendó suspender las corralejas y evitar el uso de estructuras temporales, el alcalde confirmó que el evento se realizará con condiciones de vigilancia reforzada. El retorno de las tradicionales corralejas ha generado polémica y preocupación entre sectores defensores de los animales y autoridades de control.
“Vamos a garantizar que se cumpla con todos los estándares exigidos por la ley. La seguridad de los asistentes es una prioridad”, aseguró el mandatario espinaluno. En paralelo, se conoció que las festividades también incluirán corridas de toros y cabalgatas, eventos que han sido cuestionados por su potencial riesgo tanto para animales como para asistentes.
El abogado animalista Juan Felipe Rodríguez solicitó a las Procuradurías de Ibagué, Chaparral y Honda ejercer vigilancia especial sobre los municipios donde se llevarán a cabo estos festejos. Asimismo, pidió exigir a los alcaldes que sustenten con documentos las herramientas jurídicas y técnicas con las que están autorizando este tipo de espectáculos.
La decisión final sobre la instalación de los palcos dependerá del cumplimiento riguroso de los requerimientos establecidos por las autoridades competentes. Mientras tanto, el debate entre tradición, seguridad y bienestar animal sigue más encendido que nunca.




