Luego de más de cuatro años de gestiones, insistencias y solicitudes reiteradas, finalmente la comunidad del corregimiento de Jamondino, en la zona rural de Pasto, logró recuperar un vehículo fundamental para fortalecer la seguridad de su territorio. Se trata de una camioneta que, años atrás, fue entregada por el Ministerio del Interior para uso exclusivo de la subestación de Policía de esta localidad.
Según manifestó Leidy López, presidenta de la Junta de Acción Comunal de Jamondino, el vehículo había sido retirado para un mantenimiento rutinario, pero desde entonces no volvió a prestar servicio en la zona. “Esta camioneta era vital para la seguridad en las veredas, para la movilidad de los policías y para la atención oportuna a las situaciones que ocurren en sectores de difícil acceso. La comunidad la extrañaba muchísimo”, afirmó la líder comunal.
Ausencia
Durante este extenso periodo de más de cuatro años sin el vehículo, la población tuvo que enfrentar mayores dificultades en cuanto a la presencia policial efectiva, especialmente en áreas alejadas del centro poblado. El patrullaje en las noches, el acompañamiento a situaciones de emergencia, y hasta el traslado de personal, se vieron seriamente limitados. “A pesar de que seguíamos pidiendo que nos devolvieran la camioneta, parecía que no escuchaban. Pero nunca nos dimos por vencidos”, agregó Leidy López.
La comunidad tuvo que buscar alternativas improvisadas ante situaciones urgentes, como recurrir a vehículos particulares o incluso motocicletas, lo cual ponía en riesgo tanto a los uniformados como a los civiles. Además, esta ausencia había generado un sentimiento de abandono entre los habitantes de Jamondino, quienes durante años reclamaron la atención de las autoridades.
Servicio
La camioneta, por sus características, permite una atención mucho más eficiente de las necesidades de seguridad en la zona rural. En muchos casos, los caminos no son aptos para cualquier vehículo, y se requiere de uno con tracción y resistencia, como el que se había donado originalmente. Su regreso a la subestación es una buena noticia no solo para los uniformados, sino también para los habitantes que ahora se sienten más protegidos.




