El empate 1-1 ante Bolivia supuso una traba para el combinado nacional de cara a la que podría ser la tercera clasificación para la Copa del Mundo. Se impuso por 3-1 contra Chile para volver a empatar 0-0 contra toda una Uruguay, con la que cayó derrotada por 0-3 en su primer encuentro. Por si fuera poco, dramón de los grandes contra Ecuador, con un penal y un gol en el 99 anulados por el VAR, para otro 0-0.
«Kolumbianer bei der WM 2014» (CC BY-SA 2.0) by wm2014-in-brasilien.de
El saldo en los primeros 12 enfrentamientos se saldó con 3 victorias, 7 empates y, eso sí, tan solo 2 derrotas. Ese es el problema, los empates se presentan como pequeños tropiezos que los rivales aprovechan para adelantarse en la clasificación. Aún está todo por decidir y las plataformas de apuestas en Colombia están que arden.
El retorno del Tigre
Es en esos empates cuando tiene que aparecer el máximo goleador histórico de la Tricolor y, para muchos aficionados, el mejor jugador colombiano de la historia. Su último gol con el combinado fue hace poco más de un año contra Chile, en el segundo encuentro del clasificatorio, un gol en el minuto 91 con el marcador 2-1 que araño un valioso punto.
Eso sí, era otro Falcao, el jugador marcado por las lesiones que no encontraba su sitio en un club que confiara en él y le diera el cariño que los delanteros necesitan cuando la pelota no entra. Ahora ha encontrado ese cariño en Vallecas, donde ondean banderas colombianas cada partido para hacer que su nuevo héroe se sienta en casa.
Fue una historia de cuento de hadas. Se cerraba el mercado y saltaba la sorpresa, Radamel Falcao, el jugador que enamoró a medio mundo con equipos como el Oporto y el Atlético de Madrid, con los que ganó la Europa League y se convirtió en el primer jugador en conseguir la proeza, rescindía su contrato con el Galatasaray turco para fichar por el Rayo Vallecano, un equipo modesto del que muchos llaman el último barrio obrero de Madrid.
«Rayo Vallecano vs Getafe» (CC BY-ND 2.0) by Tom Brogan
A los 10 minutos de saltar al césped desde el banquillo ya había anotado su primer gol con el Rayito. No solo eso, en su segundo encuentro anotó pasado los 90 minutos para imponerse a todo un Athletic por 1-2 en la Catedral y en el tercero rompió el empate contra el Cádiz en un encuentro que se saldó con un 3-1. El Tigre sigue rugiendo y ahora le toca llevar a Colombia al Mundial. Quizá debería lucir ese número 3 tan especial con el que está viviendo una segunda juventud.
Además no estará solo y la calidad sobra con jugadores como Yerry Mina o Davinson Sánchez, ambos jugando en la Premier League inglesa, y sobre todo otro importante delantero que puede llevar a su país a lo más alto una vez replique los goles que sí marca en la Serie A con el Atalanta, Duvan Zapata. Ahora más que nunca, ¡todos con la Tri!
