Desde un rincón rural del Huila, una niña de apenas 11 años se prepara para dar un salto significativo en su vida. Denise Suárez, oriunda del corregimiento El Juncal, en el municipio de Palermo, viajará a Beijing, China, para representar a Colombia en el Campeonato Mundial de Robótica RoboRAVE 2025. Su historia no solo es un motivo de orgullo para su familia y comunidad, sino también una inspiración para todo el país.
Entre arrozales y tecnología
Denise creció rodeada de arrozales y tradición campesina. Su familia ha estado vinculada por generaciones a la agricultura y a procesos organizativos como el Juncal, fundado por su abuela. Sin embargo, esta niña huilense se ha trazado otro camino: uno impulsado por la curiosidad científica y la tecnología.
Desde muy pequeña mostró un interés inusual por entender cómo funcionaban las cosas. Mientras otras niñas jugaban con muñecas, Denise prefería desarmar radios, relojes y juguetes electrónicos. Su inquietud la llevó a vincularse a programas de ciencia y robótica, donde demostró su talento.
Paso a paso, con disciplina
No fue fácil. Desde El Juncal, el acceso a recursos tecnológicos es limitado. Pero Denise no se rindió. Con el respaldo de sus padres, profesores y líderes comunitarios, comenzó a participar en talleres y concursos regionales, hasta lograr clasificar al torneo nacional, donde obtuvo el cupo que la llevará al Mundial en China.
“Mi sueño es demostrar que desde el campo también se puede hacer ciencia. Estoy estudiando mucho, entrenando con mis compañeros y tengo muchas ganas de aprender de los otros países”, cuenta Denise, con una sonrisa tímida pero decidida.
Un evento de talla mundial
RoboRAVE International es una competencia educativa de robótica en la que participan niños y jóvenes de más de 20 países. La edición de 2025 se celebrará del 8 al 12 de agosto en el Centro Internacional de Convenciones Etrong, en la zona de desarrollo económico de Beijing.
Más de 200 empresas tecnológicas estarán presentes, y Denise compartirá escenario con jóvenes talentos de todo el mundo, mostrando su proyecto de robótica educativa con enfoque ambiental. El viaje no solo es un premio a su esfuerzo, sino también una oportunidad única para abrir puertas a futuro.
Orgullo rural
Su historia ha movilizado a toda la comunidad. Vecinos, docentes, líderes sociales y familiares han organizado actividades para recolectar fondos y acompañarla en este sueño. Rifas, eventos, colectas y apoyo institucional han sido clave para hacer posible el viaje.
“El logro de Denise no es solo de ella. Es de toda una comunidad que, pese a las dificultades, cree en la educación, en la ciencia y en el talento de su gente”, señaló uno de los líderes del sector.
Hoy, Denise se convierte en símbolo de esperanza. No solo por su viaje, sino por lo que representa: una niña del campo colombiano que demuestra que los sueños sí se cumplen… con disciplina, apoyo y mucha determinación.
