El líder social David Trejo fue contundente al afirmar que lo sucedido con el Deportivo Pasto este semestre afecta a toda la región. Para él, el equipo no es solo un club de fútbol, sino un símbolo de identidad, un punto de encuentro para miles de nariñenses y un elemento cultural profundamente arraigado. Cuando el Pasto pierde, la ciudad entera se apaga; cuando fracasa, la moral colectiva se desploma.
Trejo criticó duramente a la dirigencia por no entender la importancia social del equipo. Aseguró que el Pasto parece haberse aislado de su gente, que no hay proyectos comunitarios, ni escuelas deportivas fuertes, ni comunicación transparente con la ciudadanía. Para él, es inaceptable que un club con tanta influencia social esté tan alejado de la realidad de las comunidades y tan desconectado de las voces que siempre lo han respaldado.
El líder insistió en que el club tiene la obligación de rendir cuentas públicas, de acercarse a los barrios y de trabajar con la juventud que sueña con convertirse en futbolista. Aseguró que la identidad del Pasto no se puede reconstruir sin recuperar ese lazo emocional con la comunidad. Para Trejo, el primer paso para salir de la crisis es reconocer que el club le pertenece al pueblo, no a una dirigencia de turno.




