
El norte de Boyacá vive momentos de tensión tras registrarse dos actos de violencia en una misma noche. Por un lado, el Batallón de Alta Montaña N.º 2, ubicado en El Espino, fue objeto de un hostigamiento que habría involucrado un dron y disparos de fusil.
Según las autoridades, el ataque comenzó alrededor de las 7:40 p.m., cuando se escucharon detonaciones aéreas, presuntamente de un dron, seguidas de ráfagas de arma de fuego. A pesar de la magnitud del incidente, no se reportaron heridos ni daños graves en la guarnición militar, de acuerdo con la Secretaría de Gobierno de Boyacá y el comandante del batallón.
Paralelamente, en el municipio de Chiscas —a poco más de una hora de El Espino— se registró un suceso trágico: Liliana Cruz Buitrago, de 25 años y esposa del subteniente Hamilton Ruiz Bolívar, comandante de la estación de Policía local, recibió un impacto de bala en circunstancias aún no aclaradas. Fue trasladada a un centro de salud, pero falleció en el traslado al hospital de Soatá.
Autoridades y líderes locales han convocado un consejo de seguridad extraordinario para reforzar la presencia institucional en la zona, dada la preocupación por la posible reactivación de la violencia. El coronel Eddy Raúl Cardona, comandante de la Primera Brigada, señaló que estos hechos se dan en el marco de operaciones militares en varias provincias boyacenses para estabilizar corredores históricamente utilizados por grupos armados.
Por el momento, las investigaciones están en curso: hay un equipo técnico de la Policía analizando lo ocurrido en Chiscas, y se espera esclarecer si ambos hechos están conectados o si fueron acciones aisladas.




