¿VILLAVO SIN OBRAS?

La comunidad clama por atención en vías rurales abandonadas.
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En la vereda Mi Llanito, perteneciente al municipio de Villavicencio, la vía terciaria que conecta a los habitantes de esta zona rural con el resto del territorio se ha convertido en un escenario de abandono total. Tal es el deterioro que los lugareños han comenzado a llamarla “la playa”, no por su cercanía al río Guatiquía ni por la arena dorada que atrae a turistas, sino porque el camino ha quedado reducido a un arenal intransitable que simboliza el olvido institucional.

Sin repuesta

Desde el 3 de julio de 2024, los habitantes de Mi Llanito han solicitado de manera reiterada a la Secretaría de Infraestructura, bajo la dirección de Mario Leandro Castro Espinosa, que intervenga la zona con maquinaria pesada para restaurar las condiciones mínimas de movilidad. Sin embargo, hasta la fecha, no han recibido respuesta efectiva.

La situación no es exclusiva de esta vereda. Comunidades aledañas como Palmichal, Parcelas del Progreso y el sector conocido como La Azotea enfrentan problemas similares. En estos lugares, los caminos rurales se encuentran en condiciones críticas, lo que pone en riesgo la seguridad de los habitantes y dificulta el transporte de productos agrícolas, la asistencia médica y la educación de los niños que deben transitar por estos tramos en malas condiciones.

Llamado urgente

Julio, un residente de Mi Llanito desde hace décadas, alzó su voz para dirigirse al alcalde y solicitar una solución inmediata. “Señor alcalde, lo que necesitamos es que nos envíe la maquinaria lo más urgente posible. Esto no puede esperar más. El acceso está cada día peor y nos sentimos completamente abandonados”, afirmó con preocupación.

Además, los habitantes señalan que la maquinaria destinada a la infraestructura y gestión de riesgo del municipio no está siendo utilizada de manera adecuada. Según denuncian, los equipos en ocasiones se destinan a proyectos privados o han sido objeto de irregularidades administrativas, como sucedió en 2024 cuando elementos esenciales fueron reportados como robados.

Peligro inminente

Otra comunidad que enfrenta una emergencia similar es la de la vereda Mesetas, donde el puente principal está a punto de colapsar. Este punto crítico no solo pone en peligro la vida de quienes transitan por allí, sino que también amenaza con aislar completamente a los habitantes en caso de una emergencia climática.

Los líderes comunitarios han enviado peticiones formales y han insistido en que la administración municipal priorice estas obras de infraestructura. “No pedimos lujos, solo condiciones básicas para vivir dignamente”, expresó uno de los habitantes afectados.

La ciudadanía exige a la Secretaría de Infraestructura y al alcalde de Villavicencio que actúen de manera pronta y efectiva. Las necesidades de estas comunidades no son un asunto menor; representan una deuda histórica con las zonas rurales que han sido marginadas por décadas.

Es urgente que las autoridades dispongan de los recursos necesarios y coordinen acciones para garantizar que las vías rurales sean intervenidas. Más allá de promesas, los habitantes de Mi Llanito, Palmichal, Parcelas del Progreso y otras veredas afectadas necesitan soluciones reales y permanentes.


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