Un hecho violento se registró en el ingreso del conjunto residencial de La Madrid, etapa 2 y 3, donde, según diversas versiones, se habría producido un enfrentamiento entre un guarda de seguridad y un grupo de hombres que intentaron ingresar al lugar. Al parecer, uno de los implicados en el altercado sería un residente del conjunto, quien, según la administración, tiene prohibido el acceso con visitantes.
Hechos
Los hechos ocurrieron cuando el vigilante intentó hacer cumplir la restricción y la situación se tornó violenta. En la discusión, Osman Agustín Marmolejo, de 54 años y trabajador de seguridad del lugar, resultó gravemente herido tras recibir tres puñaladas, dos de ellas en la cabeza. Osman fue trasladado de emergencia al puesto de salud más cercano, ubicado en Ciudad Porfía.
Este hecho ha generado preocupación en la comunidad, que exige claridad sobre lo sucedido y que el responsable pague por lo que hizo, “cómo es posible que esto le suceda a alguien que solo está cumpliendo con su trabajo”, expresó un residente del conjunto.
La atención
Según información conocida por este medio, el hombre llegó al centro de salud con una herida de arma cortopunzante en el cuero cabelludo y recibió el tratamiento correspondiente, incluyendo analgésicos y sutura, así como vigilancia neurológica. Una habitante del sector afirmó: “Eso de que los doctores enviaron al señor en un bus es mentira, él se fue del puesto de salud para el hospital en un bus por sus propios medios”.
Asimismo, se ha señalado que los centros de salud de los barrios, como el que atendió a Marmolejo, son de primer nivel y carecen de los recursos necesarios para tratar situaciones de gravedad. Al parecer, el herido también presentaba otra condición médica previa, de la cual no tenía conocimiento, lo que complicó aún más su atención.
Intolerancia
Expertos en seguridad han señalado que, este tipo de hechos son un fenómeno difícil de controlar, pues la violencia se habría convertido en parte de la cultura para resolver las diferencias. Aunque las autoridades adelantan constantemente campañas de prevención y acciones de control en las calles, la raíz de este problema estaría en las propias viviendas: “No podemos hablar de tolerancia si no disminuimos el principal foco de violencia que es el hogar. Un niño que es violentado hoy, es el hombre que va a violentar mañana. El responsable de este hecho tiene que pagar por sus acciones”, puntualizó un villavicense.




