La situación en el Centro de Menores Infractores El Yari ha generado preocupación entre la comunidad, tras la reciente fuga de varios jóvenes, incluyendo a Jefferson Eduardo Bahía Acuña, de 18 años, quien ha hecho un llamado urgente a la Defensoría del Pueblo. Acuña, quien ha estado en el centro durante un año, aseguró en medios locales que no desea regresar debido a las condiciones insalubres y la falta de atención médica adecuada.
Situación crítica
El joven se evadió junto a tres compañeros el15 de enero, Acuña explicó que su situación es crítica: «No quiero volver al Yari porque tengo una colostomía y no me han dado la atención necesaria. Estoy pidiendo ayuda para que se hagan cargo de mi salud», manifestó.
La situación en este centro ha sido objeto de investigaciones debido a las reiteradas fugas y a las quejas sobre la convivencia y el trato que allí se les da a los aprehendidos. «Algunos educadores son buenos, pero otros no», comentó Jefferson. A pesar de no haber enfrentado agresiones directas, Acuña se encuentra en una unidad de cuidados especiales, lo que complica aún más su situación.
Violencia
El joven también mostró signos de haber sufrido lesiones durante su fuga, incluyendo arañazos en su piel, que atribuyó a los momentos de escape. «Necesito atención médica urgente», enfatizó, añadiendo que se siente en un estado de vulnerabilidad constante.
La Defensoría del Pueblo y Bienestar Familiar han sido instados a intervenir en este caso, con la esperanza de que se tomen acciones inmediatas para salvaguardar el bienestar de los jóvenes que se encuentran en el centro.
