Redacción Extra
Una alarmante situación está ocurriendo en Villavicencio, donde un sujeto presuntamente sin escrúpulos se acerca a jovencitas y, aparentemente, les muestra sus partes genitales, iniciando actos de autocomplacencia. La comunidad expresó su preocupación ante este comportamiento inaceptable que pone en riesgo la seguridad de las niñas y adolescentes.
Denuncia
Una joven compartió una traumática experiencia vivida el pasado viernes 10 de enero, cerca de la cancha del Menegua. “Mire, yo tengo 18 años y me pasó algo aterrador. Un tipo asqueroso se acercó a preguntarme por algo y luego me dijo que si se podía masturbar delante mío. Me dio mucho miedo; solo cerré los ojos, miré hacia arriba y empecé a grabar. Esto me llenó de mucho miedo”, relató la joven.
Casos
Según la comunidad, el hombre fue identificado como Camilo Ospina, quien presuntamente no solo se traslada a varios lugares de la ciudad a hacer estos actos, sino que también lo hace cerca del lugar donde vive. “no es la primera vez que este sujeto hace este tipo de cosas, una vez se bajó los pantalones frente a uno niños y les mostró sus partes íntimas”, señaló una ciudadana, evidenciando que ya es costumbre del hombre estar exhibiéndose.
Otra ciudadana expresó a través de redes sociales: “este tipo estuvo el año pasado aquí por el Pinilla tipo 5:30 a.m. haciendo lo mismo, iba a llevar a mi hijo al colegio y venían unas niñas hacia el colegio de Covisán. Es una porquería; yo le grité, paré a recoger una piedra y arrancó en esa moto”.
El hombre ha sido visto por sectores como el barrio Dos Mil, Camelias, Villa Ortiz, entre otros. La comunidad lo define como un sujeto aparentemente peligroso, “necesitamos que las autoridades tomen medidas al respecto, un hombre así no puede seguir suelto”, aseguró un villavicense.
Problemática
Este tipo de actos es un trastorno conocido como «exhibicionismo» se caracteriza por la necesidad de una persona de exhibir sus genitales o realizar actos sexuales en público, buscando la excitación sexual a través de la observación de otros. Para quienes padecen este trastorno, el acto de ser observados mientras se tocan puede generar una intensa gratificación y excitación. “Con trastorno o no, es un depravado. La seguridad debe primar y las autoridades locales deben actuar, son muchas mujeres las que señalan haberlo visto afectadas, no hay que esperar a que ocurra algo peor”, puntualizó una ciudadana.
