El presidente del Concejo de Villavicencio, Omar Amado López, denunció públicamente que algunos de sus tíos estarían apropiándose de los bienes de su abuela, Marina Robayo, a pesar de que ella padece una condición avanzada de Alzheimer. López aclaró que no ha demandado a su abuela, sino a sus tíos, con el fin de que las propiedades sean restituidas a su legítima dueña.
Proceso
“Son más de cuatro demandas radicadas con el objetivo de que los bienes que eran de mi abuela sean regresados a su propietaria”, afirmó López. Según el concejal, un neurólogo de Villavicencio certificó que Marina Robayo no tiene la capacidad para tomar decisiones jurídicas ni financieras, lo que invalidaría cualquier transferencia de bienes realizada sin su plena conciencia y consentimiento.
López señaló que, a pesar de esta condición médica, varios de los hijos de su abuela han traspasado propiedades a sus propios nombres. “En la notaría se puede constatar que todas las propiedades se están pasando a nombre de ellos”, aseguró. También denunció que algunos bienes han sido vendidos a terceros, lo que, según él, podría ser un intento de insolventar la herencia de su abuela.
Disputa
El concejal explicó que la disputa se originó tras el fallecimiento de su abuelo Ovidio López y el proceso de sucesión de sus bienes. En ese contexto, su padre, Omar López Roballo, tenía derechos sobre la herencia, pero al exigirlos, se habría generado un conflicto familiar. “Desde entonces, han estado transfiriendo propiedades sin respetar los derechos de todos los herederos”, indicó.
Las demandas presentadas incluyen varias escrituras tanto en Bogotá como en Villavicencio, y buscan revertir las transferencias realizadas después del 5 y 10 de junio de 2024. “Hay dolo, porque conocen la incapacidad de mi abuela y, aun así, han hecho negocios jurídicos”, denunció López.
En cuanto a la herencia de su abuelo, López aclaró que los bienes fueron repartidos entre los herederos correspondientes, y que la indemnización estatal recibida por la muerte de su padre ascendió a aproximadamente 30 millones de pesos. “Aquí no hay herencia porque mi abuela no ha fallecido. Lo que yo reclamo es que los bienes regresen a su dueña”, enfatizó.
Finalmente, el concejal expresó que, debido a su cargo público, su denuncia ha sido objeto de críticas y malinterpretaciones, pero insistió en que su única intención es proteger el patrimonio de su abuela y evitar que sea víctima de aprovechamiento por parte de su propia familia.




