Villavicencio: Comerciantes informales de Porfía, esperan que el alcalde les cumpla

Comerciantes están dispuestos a colaborar con el mantenimiento de los espacios públicos y a establecer reglas de limpieza y orden.
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Comerciantes informales de Ciudad Porfía, en Villavicencio, están en una encrucijada, pues enfrentan el riesgo de ser desalojados de los espacios donde han trabajado durante años, sustentando a sus familias en un contexto de desempleo creciente.

Situación

Foto comercio informal Porfía

Varias líderes de la comunidad de vendedores ambulantes expresaron sus inquietudes en un acto de solidaridad y unidad. Según Melida Moreno, una de las representantes de la asociación de comerciantes, la promesa de un espacio formal para la venta de productos ha sido un tema recurrente desde las campañas electorales, y la comunidad esperaba que esa promesa se materializara. “Esperamos que el alcalde se ponga la mano en el corazón y mire todas estas madres cabeza de hogar, abuelos y personas en situación de discapacidad que dependen de este trabajo”, declaró Moreno. La líder también enfatizó la disposición de los vendedores a organizarse y mantener el orden en los espacios públicos, siempre que se les permita continuar sus actividades mientras encuentran una solución definitiva. Las líderes señalaron que, en su mayoría, quienes se dedican a la venta informal son mujeres, muchas de ellas madres que buscan aportar al sustento familiar, esta realidad económica ha llevado a muchas familias a apoyarse en el comercio ambulante, un recurso de supervivencia en medio de la escasez de empleos formales.

Peticiones

El pedido de la comunidad es claro: buscan un espacio de diálogo con el alcalde y su equipo de trabajo, con el objetivo de alcanzar una solución que les permita continuar con sus actividades en condiciones dignas. Proponen organizarse de manera que no interfieran con el entorno ni la visibilidad de los negocios formales de la zona, incluso sugiriendo que todos los vendedores usen sombrillas de un mismo color para mantener la uniformidad visual. También están dispuestos a colaborar con el mantenimiento de los espacios públicos y a establecer reglas de limpieza y orden.

Los vendedores han manifestado su preocupación por las consecuencias de un desalojo forzoso, no solo en términos económicos, sino también en el impacto emocional que tendría sobre sus familias. Leydi Sierra y Edna Bernal, dos comerciantes del sector, hicieron un llamado al alcalde para que no se tome una decisión arbitraria que afecte a tantas personas. “Este trabajito que nosotros tenemos informalmente es el sustento de la familia de cada uno de nosotros. Somos personas humildes que, lamentablemente, por la falta de trabajo, no tenemos otra forma de sustento”, expresaron en su mensaje.


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