Néiser Villarreal volvió a gritar gol después de más de medio año, y lo hizo en el mejor escenario posible: los octavos de final del Mundial Sub-20 que se disputa en Chile. El delantero de Millonarios marcó el segundo tanto en la victoria 3-1 de la Selección Colombia frente a Sudáfrica, resultado que aseguró el paso del equipo a los cuartos de final del torneo.
Tras anotar, el joven atacante no contuvo las lágrimas. Lloró con fuerza, recordando que su último gol había sido el 16 de febrero de 2025, cuando le marcó a Uruguay en el Sudamericano Sub-20 disputado en Venezuela. En aquella ocasión, su gol abrió el camino del triunfo 3-1 ante los charrúas y lo consagró como máximo goleador del campeonato con ocho anotaciones.
Ese logro lo convirtió en el primer colombiano en alcanzar tal distinción desde Hugo Rodallega en 2005, quien marcó 11 tantos en el certamen realizado en el Eje Cafetero. Desde entonces, varios clubes del extranjero se interesaron por su talento. Incluso, se rumoró su posible transferencia a equipos europeos y brasileños, aunque ninguna negociación se concretó.
De Tumaco al mundo: la evolución de un talento
Nacido en Tumaco, Nariño, Villarreal se formó en las divisiones menores de Millonarios, club en el que debutó como profesional bajo la dirección de Alberto Gamero. El entrenador samario lo utilizó como extremo, no como centrodelantero, posición en la que ahora brilla con la selección juvenil.
Con la llegada de David González al banquillo azul, el delantero ganó minutos, pero el gol seguía esquivo. Durante más de siete meses, Villarreal enfrentó la frustración de no marcar, mientras disputaba 12 partidos con su club y la selección. Sin embargo, su constancia y disciplina lo mantuvieron enfocado.
Por eso, cuando rompió su sequía de 7 meses y 22 días, su celebración fue tan emotiva. En el tercer gol del encuentro, celebrado en el minuto final, su sonrisa reflejaba más alivio que desahogo. Había recuperado la confianza y, sobre todo, la conexión con el arco.
Colombia sueña con otra semifinal histórica
El tanto de Villarreal no solo selló el triunfo ante Sudáfrica, sino que también revivió la ilusión de ver a Colombia nuevamente en una semifinal mundialista, algo que no ocurre desde 2003.
El delantero, que ahora suma 10 goles con la Selección Sub-20, se perfila como una de las grandes promesas del fútbol colombiano. Su próximo desafío será ante España, un duelo que podría marcar el inicio de una nueva página dorada para el fútbol juvenil nacional.
Como él mismo dijo entre lágrimas tras el partido, “los goles llegan cuando uno nunca deja de creer”.

