En medio del ambiente político actual, ha vuelto a circular un documento médico de 2019 que muestra una incapacidad psiquiátrica firmada a nombre del entonces senador Gustavo Petro. El tema, resurgido en redes sociales, ha sido usado por algunos sectores para poner en duda la estabilidad emocional del hoy presidente, mientras otros lo interpretan como una maniobra política para distraer la atención de los debates nacionales. La Presidencia no se ha pronunciado oficialmente, pero allegados al mandatario calificaron la situación como un intento de desinformación y manipulación mediática.

Según se conoció, el documento habría sido expedido por un especialista que en ese momento atendía a Petro tras una crisis de agotamiento físico y mental producto de su actividad política. No obstante, la autenticidad y el contexto de la incapacidad están siendo nuevamente cuestionados, pese a que el propio mandatario ya se había referido años atrás a ese episodio como un tema superado. Analistas consideran que revivir un asunto personal del pasado busca erosionar la imagen presidencial en medio de las tensiones con la oposición.
El regreso de esta historia evidencia cómo en el escenario político colombiano los temas personales de los líderes continúan siendo utilizados como herramientas de confrontación. Mientras sectores afines al Gobierno llaman a respetar la intimidad y la salud mental como asuntos privados, los críticos insisten en que la transparencia también debe aplicarse en quienes ocupan el poder. Entre el debate y la polémica, el documento de hace seis años vuelve a poner en discusión los límites entre la vida privada y la exposición pública de los gobernantes.

