Las nuevas autoridades de Afganistán prevén que las clases universitarias se reanuden en cuestión de una semana, informó la agencia de noticias Khaama Press citando al titular de Enseñanza Superior en el gobierno provisional, Abdul Baqi Haqqani.
«Las materias no esenciales se eliminarán del plan de estudios y serán reemplazadas por otras, modernas, para poder competir con el mundo», avanzó Haqqani, sin ofrecer detalles.
El ministro en funciones reafirmó que habrá segregación por sexos en las aulas y que serán las mujeres catedráticas las que impartan clases a las alumnas.
El anuncio ha sido visto por activistas como un ejemplo más de los talibanes imponiendo su conservadora visión del mundo por la fuerza.
También las mujeres que asistan deberán llevar un velo que les deje ver solo los ojos y además tomar clases separadas de los hombres.
Si falta el personal, agregó, se invitarán profesoras afganas que hoy se encuentran en el exilio.
Los talibanes, cuyo movimiento está proscrito en Rusia por terrorista, dieron a conocer el pasado martes la composición de su gabinete interino.
Presidido por Mohammad Hassan Akhund, quien se desempeñó como canciller durante el primer gobierno de los talibanes, el nuevo gabinete tiene un marcado perfil fundamentalista, contrariamente a las promesas de «gobierno inclusivo» que los talibanes hicieron al retomar el poder tras dos décadas de intervención militar extranjera.
Según algunos medios, al menos 14 de los 33 miembros del gobierno provisional figuran en la lista del Comité de Sanciones 1988 del Consejo de Seguridad de la ONU.
