Vuelve y juega. Desde el jueves Moscú endureció las restricciones por el COVID-19 ante el incremento de casos por el rebrote de la enfermedad y lo que a obligado al país a encender las alertas.
El presidente Putin ordenó vacaciones pagadas de 11 días que las autoridades esperan que ayuden a frenar el aumento de los casos de coronavirus y las muertes en todo el país.
El resto del país se unirá a Moscú en los llamados días «no laborables» desde este sábado hasta el 7 de noviembre.
Según CNN, las restricciones entraron en vigor en momentos en los que las infecciones por el COVID-19 ha llegado a los 40.096 casos y 1.159 muertes diarias.
Restaurantes, cafés, locales de ocio, tiendas de ropa, gimnasios, bibliotecas y muchos otros establecimientos de Moscú cerraron sus puertas.
Las cafeterías y los restaurantes solo estarán disponibles para llevar y entregar, con la excepción de los comedores de los hoteles, donde solo podrán cenar los huéspedes y los empleados.
La orden es que no se celebrarán eventos culturales, de entretenimiento y deportivos masivos a menos que las autoridades de la ciudad concedan una excepción.
La teniente de alcalde de Moscú, Anastasia Rakova, invitó a los ciudadanos a aprovechar los días no laborables para vacunarse y es que gran parte la culpa del incremento en el número de casos obedece a las bajas tasas de vacunación.

