Se encienden las alarmas en la embajada estadounidense en Colombia y luego que por un informe del diario Wall Street Journal se asegurar que varios funcionarios estarían sufriendo del llamado ‘síndrome de La Habana’.
La información se conoce a pocos días de la visita del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken y que se hará el 20 de octubre.
En uno de los correos internos que fue enviado a principios de septiembre y otro mensaje enviado el día primero de octubre alertaba de «adicionales incidentes de salud anómalos», la forma oficial de referirse a esta afección, indica el rotativo.
Preguntada por las informaciones de estos supuestos nuevos casos en Colombia, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que no iba a confirmar «reportes (sobre casos) individuales».
«Lo que hacemos es tomar muy en serio cada reporte que nos llega», afirmó en su rueda de prensa diaria.
Psaki aseveró, no obstante, que la administración del presidente Joe Biden ha «reforzado los esfuerzos» para determinar las causas del ‘síndrome de La Habana’.
Según lo informo CNN, los incidentes del síndrome de La Habana comenzaron a fines de 2016 en Cuba y desde entonces se han reportado casos en Rusia, China, Austria y otros países de todo el mundo. Siguen las investigaciones.
El presidente, Joe Biden, promulgó una legislación para brindar apoyo a las víctimas de la extraña confluencia de síntomas que han enfermado a diplomáticos, espías y miembros del servicio en todo el mundo.
«Estamos haciendo todo lo posible para atender al personal del gobierno de EE.UU. que ha experimentado incidentes de salud anómalos», dijo Biden en un comunicado que se refirió notablemente a los episodios como «incidentes» en lugar de «ataques».
Al final del anunció dijo «Abordar estos incidentes ha sido una de las principales prioridades de mi Administración».
Qué es el Síndrome de la Habana:
Este ‘síndrome de La Habana’ no tiene un origen claro establecido y está en investigación las causas que la provocan. Los síntomas similares a los de lesiones cerebrales, mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración. A muchos les afecta el equilibrio.
Según el doctor Robert Bartholomew, experto en enfermedades neurodegenerativas y autor del trabajo publicado en ‘Journal of the Royal Society of Medicine’ explicó que esta patología.
«Es más parecido al Shell shock con síntomas paralelos asociados con el trauma de guerra. “Un rasgo característico de los síndromes de combate durante el siglo pasado –detalla- es la aparición de una serie de quejas neurológicas de un sistema nervioso sobreestimulado que comúnmente se diagnostican erróneamente como conmociones cerebrales y daño cerebral”.
Investigaciones:
“La evidencia política y científica de la perpetración de un ataque contra el personal de la embajada de Estados Unidos en Cuba no es concluyente“, escriben.
“¿Qué es lo más probable, que los diplomáticos fueran el blanco de una nueva arma misteriosa para la cual no hay evidencia concreta, o que sufrieran síntomas psicógenos generados por el estrés? La evidencia apunta abrumadoramente a esta última”.
Hasta la fecha, se han realizado cuatro estudios separados del Síndrome de La Habana. Cada uno tiene fallos críticos de diseño, incluido el uso de controles inapropiados, conclusiones infladas y una falta de evidencia de exposición a una fuente de energía o toxina.
“Nuestras conclusiones se basan en la ciencia prosaica y conocida. No hay necesidad de recurrir a explicaciones exóticas”, concluyen.

