El papa Francisco mostró hoy muy «cercano y golpeado» por la difícil situación que a los afectados por el volcán de Cumbre Vieja, en las Islas españolas de canarias, tras una semana de la erupción.
«Expreso cercanía y solidaridad a quienes se han visto golpeados por el volcán en la isla de La Palma, en Canarias», dijo el pontífice al término del rezo dominical del Angelus en la plaza de San Pedro del Vaticano, ante varios cientos de personas.
Esta tragedia natural ha provocado la evacuación de más de 6.000 personas y ha destruido más de 460 edificios, luego que la región quedará sumergida bajo los ríos de lava.
Francisco aseguró que pensaba «especialmente en quienes se han visto obligados a dejar sus casas».
Para estas personas y los miembros de los servicios de socorro que les han ayudado recemos a la virgen que es allí venerada, Nuestra señora de las Nieves«, concluyó .
La mayoría de los evacuados tuvieron que salir corriendo de su viviendas y solo con unas cuantas pertenencias para salvar su vida.
Lo que en un principio se creyó era algo tránsito se ha convertido en un tragedia humana de personas que vieron a través de las redes como la lava se devorada sus sueños de toda una vida.
Según las estimaciones del programa de satélites de observación de la Tierra de la Unión Europea, Copernicus, desde el inicio de la erupción hay 212 hectáreas cubiertas por la lava y 461 edificaciones destruidas.
Así está la isla tras los ríos de lava
El Aeropuerto de La Palma volvió a operar después de 24 horas cerrado, tras el avance en las operaciones de limpieza de la ceniza arrojada por el volcán de Cumbre Vieja.
Los organismos de socorro han advertido a las personas que viven en un radio de cinco kilómetros que se mantengan alejadas de las ventanas por si pudiera producirse alguna rotura de cristales por la onda expansiva del volcán de Cumbre Vieja.
Sin embargo, y aunque ya está más estabilizado, el volcán de Cumbre Vieja sigue generando explosiones.
La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, ha explicado que los indicadores más estables en estos momentos son el temor sísmico, las señales sísmicas y las deformaciones del terreno.
