El video de un oso andino que se paseó desorientado por un terreno árido en el embalse de Chuza, Cundinamarca, encendió las alarmas de las autoridades en medio de la severa crisis que ha provocado la intensa sequía en Bogotá.
El inusual registro publicado por la empresa del acueducto de la ciudad este viernes, 11 de octubre, muestra al también conocido como “oso de anteojos” (Tremarctos ornatus) elevarse en dos patas para avistar mejor su hogar convertido en un desierto.
“¡Él también necesita agua! Y necesita que sigamos juntos por un consumo responsable”, anotó en la red X la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAB).
De pelaje negro y antifaz blanco, el oso fue grabado cuando un equipo de la entidad documentaba con un dron las consecuencias del cambio climático en el páramo de Chingaza, una zona de reserva natural ubicada a unos 30 kilómetros de la ciudad.
Claves para enfrentar el calentamiento global, los páramos son ecosistemas de alta montaña en zonas ecuatoriales, de vegetación robusta, apta para retener agua y resistir variaciones de temperatura.
Bogotá está bajo un racionamiento de agua por zonas desde abril debido al muy bajo nivel de los embalses que surten a sus ocho millones de habitantes. Los de la zona de Chingaza están en un 43%.




