[VIDEO] «Mi Patrimonio No Se Vende»: México rechazó subasta piezas prehispánicas en París

Alejandra Frausto, titular de la Secretaría de Cultura, pidió a la casa Christie’s para suspender la subasta de 82 piezas. Colombia se sumó a la petición.
Alejandra Frausto, titular de la Secretaría de Cultura, pidió a la casa Christie’s para suspender la subasta de 82 piezas. Colombia se sumó a la petición.
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«Mi Patrimonio No Se Vende». Con esa frase el Gobierno de México repudió con dureza la comercialización de bienes arqueológicos de origen prehispánicos, organizada por la casa de subastas Christie»s el miércoles en París.

«México condena enérgicamente la comercialización de bienes arqueológicos de origen prehispánico, como la que se pretende llevar a cabo en París, Francia, el día de hoy (miércoles), 10 de noviembre, bajo los auspicios de la casa de subastas Christie»s», dijo la cancillería en un comunicado.

Este tipo de acciones comerciales «atenta contra la cultura, no solo de los pueblos a los que pertenecieron, sino en contra del conocimiento de la historia de la humanidad y sus culturas», dice el texto de la dependencia encargada de la política exterior que encabeza el canciller Marcelo Ebrard .

Según lo informó Sputnik, la secretaría de Relaciones Exteriores señala que quienes facilitan su comercio y son parte del negocio, «incurren en actos ilícitos de diversa índole».

En el aspecto histórico cultural, la cancillería destaca que, al comercializarse como objetos de arte, las piezas son sacadas de su contexto.

Esa dimensión comercial de los objetos «anula su valor como elementos para explicar la historia y cosmogonía de las civilizaciones que las elaboraron, a la vez que, al entregarse a colecciones privadas, se impide la socialización del conocimiento histórico que aporta cada una de ellas».

En cuanto el aspecto legal, la postura mexicana resalta que la inmensa mayoría de las piezas ha llegado al mercado como resultado de actos ilícitos, que implican redes clandestinas de distribución y tráfico.

«El tráfico ilícito de bienes culturales ocurre por medio de una compleja red que comúnmente inicia con excavaciones clandestinas, continúa con el movimiento ilegal a través de fronteras internacionales y se concreta mediante una compra-venta amparada por la discreción del mercado negro», denuncia el Gobierno de México.

Finalmente, los comerciantes buscan que las piezas sea «legalizadas» en subastas públicas como la de París. 


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