Ya se cumplieron 6 años desde aquel atentado terrorista que sacudió el suelo Francés, el pasado 13 de noviembre de 2015, en el que murieron cerca de 130 personas, específicamente en París.
De los 20 hombres acusados de planear, ayudar y llevar a cabo los atentados, sólo 14 se sentarán en el banquillo de los acusados, en un nuevo juicio que conmueven a las autoridades del país.
Salah Abdeslam, el único miembro superviviente de la célula del ‘EI’ que atacó la ciudad en una concurrida noche de viernes, declarará y contará su versión de los hechos.
Durante las próximas cinco semanas, unos 350 supervivientes y familiares de los muertos están programados también para ofrecer sus testimonios. Algunos ya han demostrado ser insoportablemente conmovedores.
¿Qué ocurrió en Paris?
Aquel 13 de noviembre de 2015, París fue blanco de una serie de ataques atribuidos al grupo terrorista Estado Islámico (ISIS), cuyos objetivos fueron el Estadio de Francia, varios restaurantes y el teatro Bataclan, en donde se llevaba a cabo un concierto de la banda de rock estadounidense ‘Eagles of Death Metal’. En total murieron unas 130 esa noche.
Los sucesos que cobraron la vida de unas 130 personas fueron catalogados como el atentado terrorista más sangriento de Francia, desde la Segunda Guerra Mundial.
Dauzet trabajaba de camarero en La Bonne Bière, en el noreste de París y comentó cómo esa noche, el restaurante se convirtió en un campo de batalla.
«De repente, todo el mundo corría”
«A las 9:30 de esa noche, pensé que estaba escuchando fuegos artificiales, no entendía lo que estaba sucediendo», dijo a DW el hombre de 41 años, mientras estaba de pie frente al local, donde ya no trabaja. «De repente, todo el mundo corría. Miré hacia afuera y vi a los atacantes disparando sus kalashnikovs. Era como en una película. Me tiré al suelo y me quedé allí un rato», recuerda.
A solo 2 kilómetros al sureste, otros terroristas también dispararon contra personas en el bar La Belle Equipe. «Tengo un amigo italiano, Fil, cuya novia mexicana estaba en una fiesta de cumpleaños aquí. Le había propuesto matrimonio apenas dos meses antes», explica en frente del local. «Ella murió en el ataque», dice.
Dauzet cruza la calle y se para frente a una placa conmemorativa fijada a una pared y decorada con flores. En ella aparece el nombre de Michelli, la prometida de su amigo. «Era un ángel. Era hermosa, inteligente, de buen corazón. Aún la extrañamos», dice con lágrimas en los ojos.

Mayor juicio penal de la historia
La Justicia francesa procesa a 20 personas por estos brutales atentados. Se cree que solo uno de los acusados, Salah Abdeslam, estuvo directamente involucrado en los ataques, conduciendo a los terroristas a los lugares y participando en la fabricación de explosivos. Los otros 19, algunos de ellos in absentia o dados por muertos, están acusados de haber planeado y organizado los atentados o de ayudar a los terroristas. Se espera que el juicio dure al menos nueve meses e involucre a 1.800 demandantes y a más de 300 abogados.
Cicatrices psicológicas profundas
Thierry, un hombre de 56 años que prefiere que no se publique su apellido, se encuentra entre los demandantes. Sobrevivió al ataque de Bataclan escondiéndose con otros en un camerino durante horas, mientras tres hombres armados masacraron a 90 personas durante un concierto del grupo Eagles of Death Metal.
«Cuando la policía finalmente nos liberó, nos escoltaron hacia fuera, hacia la puerta principal. Miré y vi varios cuerpos tirados en el suelo, en la esquina de fumadores», explica a DW mientras señala hacia un tramo de acera en frente de Bataclan.
Él trabaja en la industria del turismo, cree que tuvo mucha suerte, pero detrás de su alegre sonrisa hay profundas cicatrices.
«No creo que la herida cicatrice nunca», dice. «En cuanto tienes un problema en la vida cotidiana, el trauma vuelve. Y duermo muy poco, me sigo despertando. Todas las noches, sueño que estoy luchando con un arma contra terroristas para salvar vidas», explica.
Añadió que es poco probable que el juicio cambie algo: «Por supuesto, testificaré, también porque el juicio se filmará para los archivos y las generaciones futuras», dice. Pero no espera nada espectacular, añade.
«Los acusados no llorarán ni se disculparán. Simplemente pagarán por lo que han hecho, y espero que reciban sentencias duras», reconoce.

Mayor juicio penal de la historia
La Justicia francesa procesa a 20 personas por estos brutales atentados. Se cree que solo uno de los acusados, Salah Abdeslam, estuvo directamente involucrado en los ataques, conduciendo a los terroristas a los lugares y participando en la fabricación de explosivos.
Los otros 19, algunos de ellos in absentia o dados por muertos, están acusados de haber planeado y organizado los atentados o de ayudar a los terroristas. Se espera que el juicio dure al menos nueve meses e involucre a 1.800 demandantes y a más de 300 abogados.
Cicatrices psicológicas profundas
Thierry, un hombre de 56 años que prefiere que no se publique su apellido, se encuentra entre los demandantes. Sobrevivió al ataque de Bataclan, escondiéndose con otros en un camerino durante horas, mientras tres hombres armados masacraron a 90 personas durante un concierto del grupo Eagles of Death Metal.
«Cuando la policía finalmente nos liberó, nos escoltaron hacia fuera, hacia la puerta principal. Miré y vi varios cuerpos tirados en el suelo, en la esquina de fumadores», explica a DW mientras señala hacia un tramo de acera en frente de Bataclan.
Él trabaja en la industria del turismo, cree que tuvo mucha suerte, pero detrás de su alegre sonrisa hay profundas cicatrices.
«No creo que la herida cicatrice nunca», dice. «En cuanto tienes un problema en la vida cotidiana, el trauma vuelve. Y duermo muy poco, me sigo despertando. Todas las noches, sueño que estoy luchando con un arma contra terroristas para salvar vidas», explica.
Añadió que es poco probable que el juicio cambie algo: «Por supuesto, testificaré, también porque el juicio se filmará para los archivos y las generaciones futuras», dice. Pero no espera nada espectacular, añade.
«Los acusados no llorarán ni se disculparán. Simplemente pagarán por lo que han hecho, y espero que reciban sentencias duras», reconoce.

Juicio desde la distancia
El barman Dauzet, mientras tanto, ha decidido que verá el juicio desde lejos. «No creo que participar sea bueno para mí. Además, ya hay suficientes demandantes», agrega.
La noche de los ataques, Dauzet planeaba estar en Bataclan con su novia de entonces en el concierto, quien también trabajaba en un bar. Pero ninguno de los dos pudo tomarse la noche libre. Y mientras contempla la placa conmemorativa de las víctimas al otro lado de la calle, la realidad lo sorprende de repente: «Me acabo de dar cuenta de que también podría haber estado mi nombre escrito aquí, duele mucho», murmura.
Dauzet planea mudarse pronto al campo, para dejar atrás esta ciudad y sus escalofriantes recuerdos.
