Llegó el día. Este domingo Martha Liria Sepúlveda, una mujer de 51 años, pondrá fin a su vida y luego de sufrir en ‘carne propia’ desde hace casi tres años una esclerosis lateral amiotrófica y que a limitado su vida al punto de limitarla a una silla de ruedas.
La ELA es un patalogía incurable y que con el paso del tiempo se va seguir empeorando.
La mujer antioqueña en uso de sus facultades mentales decidió no prolongar su agonía y decidió que no quiere verse más deteriorada ni padecer mayores dolores o limitaciones para movilizarse.
Por esta razón solicitó que este domingo 10 de octubre, a las 7 de la mañana, se le aplicará la eutanasia. La Iglesia Católica, la cual ella profesa con todo el convencimiento, intentó persuadir pero no ha tenido éxito y es que ella sabe muy claramente cómo estará su salud en un futuro.
“Yo sé que el dueño de la vida es Dios, nada se mueve sin su voluntad, pero yo creo que él está permitiendo esto. Él me está premiando a mí para no estar postrada en una cama”, dijo Sepulveda en una entrevista a Noticias Caracol.
El 27 de julio, cuatro días después de la aprobación del derecho, Martha hizo la solicitud para el procedimiento y el 6 de agosto recibió la respuesta afirmativa para someterse a la eutanasia.
Ella quiso postergar el final para el 31 de octubre y finalmente decidió que no sería así pues escogió que fuera este domingo, 10 de octubre, lo escogió porque es un día que siempre va a la iglesia.
“Quiero que el procedimiento, la cremación y la eucaristía se hagan el mismo día”, indicó la mujer que tras su entrevista sigue con la sonrisa en su rostro.
La conferencia Episcopal Colombiana que hizo un llamado a Martha Liria para sentirse respaldada en vida y confiar en el amor que sana, “y desistir del suicidio asistido”.
Martha Liria su decisión no se trata de algo que lamentar y, en entrevista con Noticas Caracol, expresó que se siente tranquila y que vive feliz sus últimos días.
Además en la entrevista con Noticias Caracol, afirmó que aunque su enfermedad no está catalogada como terminal, solo ella sabe los padecimientos y dolores que lleva; además de la angustia de pensar que a futuro podría perder más movilidad y empeorar su estado.
“Con una esclerosis lateral en el estado que la tengo, lo mejor que me puede pasar es descansar”, agregó.
La mujer, que logró el aval para la muerte asistida, dice sentirse afortunada y asegura que es católica y creyente de Dios, por lo que confía que “Dios no quiere verme sufrir”.
Qué es el ELA:
Es una enfermedad neuro-degenerativa en la que las neuronas motoras, un tipo de células nerviosas que controlan el movimiento de la musculatura voluntaria, gradualmente disminuyen su funcionamiento y mueren, provocando debilidad y atrofia muscular comprometiendo la capacidad de movimiento de la persona.
Inicialmente produce una debilidad muscular, pero ésta progresa hacia la parálisis, afectando la autonomía motora, la comunicación oral, la deglución y la respiración.
Como la ELA ataca solamente a las neuronas motoras, el intelecto, el sentido de la vista, del tacto, del oído, del gusto y del olfato, el corazón, los intestinos y los músculos sexuales no se ven afectados. Para muchas personas, los músculos de los ojos y de la vejiga por lo general no son afectados.
Generalmente comienza en una región del cuerpo y se extiende a regiones adyacentes hasta que toda la musculatura voluntaria del cuerpo es afectada.
Sin embargo, cada individuo vive una experiencia muy diferente, desde los síntomas y la progresión de la enfermedad hasta el período de supervivencia luego del diagnóstico.
SÍNTOMAS:
Los síntomas pueden ser tan leves que a menudo pasan desapercibidos y a medida que avanzando la enfermedad pueden aparecer otros sintómas más graves.
1. Debilidad muscular en uno o más de los siguientes: manos, brazos, piernas o los músculos del habla, de la acción de tragar o de la respiración.
2. Tics (fasciculación) y calambres musculares, especialmente en manos y pies.
3. Discapacidad del uso de brazos y piernas.
3. Tragarse las palabras y dificultad para proyectar la voz.
4. En etapas más avanzadas, falta de aliento y dificultad para respirar y tragar.




