La pandemia del COVID-19 no ha terminado. Según las últimas cifras este mortal virus a causado sumando más de 4,4 millones de fallecidos y más de 214 millones de personas infectadas todo esto en medio del temor por nueva variantes como la Delta.
El servicio de inteligencia de los Estados Unidos reveló el informe que daría la explicación sobre el origen del COVID-19 y que concluyó que no fue creada como una arma biológica, lo que le molestó a China epicentro del virus es que el presidente, Joe Biden, los acusara de esconder información vital para esclarecer sus orígenes.
A través de la Embajada de China en Estados Unidos acusó a Washington de «manipulación política» por el reciente informe de la Inteligencia y al acusar que «calumnió» a Pekín al indicar que «se negó a compartir información».
El informe, que considera «plausibles» las hipótesis de la exposición natural a un animal infectado y la de la fuga de un laboratorio, fue solicitado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien ha garantizado que continuará trabajando para esclarecer los orígenes de la pandemia.
«El informe fue fabricado por Estados Unidos bajo el liderazgo de agencias de inteligencia, y no hay cientificidad ni credibilidad en absoluto», dijo la Embajada china en Washington en un comunicado.
También la carta argumenta que la Inteligencia estadounidense como productora de «obras maestras» y autora ahora de una investigación «ficticia».
Estados Unidos «está repitiendo sus viejos trucos» al restar credibilidad al informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que participó China y dar «confianza» al de sus agencias.
Pekín lamentó que Estados Unidos lo acuse de no ser transparente, lo que, a su juicio, es una «excusa para su promoción de la politización y la estigmatización».
Al final dijo «Desde el brote de la pandemia, China siempre ha seguido los principios de apertura, transparencia y responsabilidad».
Por su parte, el país asiático se ha negado a una segunda etapa de la investigación, demandada en numerosas ocasiones por Washington. El primer caso de coronavirus fue detectado en Wuhan a finales del año 2019.




