Joe Biden, presidente de EE.UU., dio ejemplo al mundo y se aplicó la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus para reforzar su inmunización y en medio del temor que exite por un nuevo rebrote por el mortal virus.
«Sé que no lo parece, pero tengo más de 65 años, bastantes más, y por eso hoy me pongo la inyección de refuerzo», explicó el presidente de 78 años desde la Casa Blanca.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) dieron luz verde la semana pasada a la tercera dosis de la vacuna de Pfizer para mayores de 65 años y adultos de riesgo por condición médica o por puesto de trabajo.
Según datos de los CDC, el 23 por ciento de la población adulta de Estados Unidos no ha recibido aún ninguna dosis de la vacuna.
Agregó el presidente «lo más importante que tenemos que hacer es conseguir que más gente se vacune».
También recalcó «Esa minoría está causando un enorme daño al resto del país».
Biden durante el acto respondió algunas preguntas de la prensa y también habló sobre la opinión de la OMS a los países ricos para priorizar las primeras vacunas en países pobres antes que las de refuerzo.
Estados Unidos ha donado más dosis que el resto de países del mundo juntos.
El inquilino de la Casa Blanca ha manifestado su esperanza en que en breve se autoricen las terceras dosis de otras vacunas como la de Moderna o la de Johnson&Johnson.
También ya se aplicó la tercera dosis la Primera Dama y mientras que la vicepresidenta, Kamala Harris, y su esposo lo harán la próxima semana.
