Alcibíades Cervera Cortez murió tras sufrir quemaduras de alto grado en su cuerpo
La tragedia que estremeció al sector Los Pinos en Mariquita dejó la primera víctima mortal. Alcibíades Cervera Cortez, quien había resultado gravemente herido durante el incendio que arrasó varias viviendas, falleció en Ibagué tras varios días de lucha por su recuperación. El hombre permanecía bajo atención médica especializada en el Hospital Federico Lleras Acosta, donde finalmente perdió la vida debido a las quemaduras de alto grado que sufrió.
El incendio, ocurrido días atrás, dejó a más de cinco familias en la calle y generó una ola de solidaridad en el municipio. Cadenas de oración, mensajes de apoyo y campañas de ayuda se activaron en favor de los damnificados, especialmente por la delicada condición de Cervera Cortez. Sin embargo, el desenlace fue devastador.
Según versiones preliminares, la conflagración habría sido provocada por la expareja de una mujer residente en el sector. En medio de un presunto ataque de ira, el sujeto habría iniciado el fuego sin medir las consecuencias, desencadenando una emergencia que se salió de control. Las llamas se propagaron rápidamente, destruyendo viviendas y dejando a varias personas afectadas física y emocionalmente.
La muerte de Cervera Cortez ha generado profundo dolor en Mariquita, donde era ampliamente conocido. Vecinos, amigos y familiares lamentan su partida y exigen justicia ante lo ocurrido. “No se puede permitir que una acción tan irresponsable termine en tragedia”, expresaron algunos habitantes del sector.
Mientras tanto, las familias damnificadas continúan en la búsqueda de ayudas para reconstruir lo perdido. La emergencia dejó no solo daños materiales, sino también una herida emocional que tardará en sanar. La comunidad pide mayor atención institucional y acompañamiento psicológico para quienes lo perdieron todo.
El caso ha sido puesto en conocimiento de las autoridades, que adelantan investigaciones para esclarecer responsabilidades. La historia de Alcibíades Cervera Cortez se suma a las víctimas silenciosas de emergencias evitables, y su nombre queda marcado en la memoria de un pueblo que hoy llora su ausencia.
El impacto emocional que dejó esta tragedia se siente en cada rincón del municipio. Las calles del barrio afectado permanecen en silencio, mientras vecinos observan los escombros con impotencia. El dolor colectivo se mezcla con la incertidumbre, pues muchos temen que hechos similares puedan repetirse si no se refuerzan las medidas de prevención. La ausencia de Alcibíades se convierte en símbolo de una emergencia que pudo evitarse, y que hoy exige respuestas claras por parte de las autoridades competentes.
