José Mario Hernández, afectado.
Una angustiante situación vive la familia de José Mario Hernández, un hombre de 38 años que partió desde Santa Fe, Antioquia, el pasado sábado 4 de octubre, con destino final al municipio de El Espinal, Tolima. Según lo relatado por su pareja, el itinerario del viaje incluía una parada en Girardot, antes de continuar hacia el punto final. Sin embargo, el recorrido de José Mario tomó un rumbo inesperado, y desde entonces no se tiene certeza de su paradero.
De acuerdo con la versión de su compañera sentimental, la última comunicación directa con Hernández ocurrió alrededor de la una de la tarde de ese mismo sábado. Durante la conversación, él le comentó que no podía acceder a su billetera, pues se encontraba guardada en la bodega del bus, por lo que le pidió ayuda económica para poder almorzar. Ella le envió dinero esperando que el viaje continuara con normalidad, sin imaginar el giro que tomarían los acontecimientos.
Horas más tarde, hacia las seis de la tarde, la mujer intentó volver a comunicarse con José Mario, pero quien contestó fue un hombre desconocido. Este le manifestó que Hernández se encontraba en el municipio de Melgar, aparentemente escopolaminado, desubicado y con fuerte dolor de cabeza. La situación despertó la alarma inmediata de su pareja, quien temió por la seguridad de su ser querido.
Para confirmar la información, la mujer pidió realizar una video llamada, a través de la cual pudo comprobar que efectivamente se trataba de José Mario, quien portaba la misma ropa con la que había iniciado su viaje. Sin embargo, el hombre lucía visiblemente afectado, y el desconocido que lo acompañaba evitó dar más detalles sobre lo ocurrido o su estado de salud.
