VÍCTIMA DE ASALTO POR POCO PIERDE LA VIDA

Sucedió en la calle 34B con carrera 20 del barrio Santa Isabel. Fue amenazado con un arma de fuego para despojarlo de su instrumento musical.
Sitio donde sucedió el atraco.
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Tras ser víctimas de un atraco o hurto, las lesiones que les quedan a los perjudicados en su cuerpo junto con los traumas psicológicos, quedan como secuelas, luego de ser abordados por los “amigos de lo ajeno”.

Los músicos también se han visto afectados por los hurtos en la ciudad, llegando de su jornada laboral donde han sido amenazados con quitarle la vida por no darles sus instrumentos o dinero obtenido luego de haber trabajado.

Hechos

Luego de terminar su jornada laboral, con una agrupación de música fiestera, Alfonso García, trompetista, había llegado a la ‘Ciudad de las Acacias’, después de haber estado por fuera del municipio durante tres días, mientras se encontraba trabajando en varios municipios del Tolima.

Cuando el músico procedió a dirigirse a su vivienda sobre las tres de la madrugada, dos sujetos en una motocicleta color azul lo abordaron con un arma de fuego y lo despojaron de sus pertenencias.

Lesiones

Luego de que la víctima se resistió a entregarle sus elementos de trabajo y, lo producido generado en los días laborales, uno de los ladrones lo golpeó fuertemente con el arma en el abdomen dejándolo sin aire y, este mismo lo vuelve a golpear varias veces en distintas partes del cuerpo.

Motivo por el cual, cayó al suelo donde clamaba por su vida pidiéndoles a los atracadores que no lo golpearan más, el individuo armado le quita la trompeta, dinero y un celular de media gama, seguido a esto, emprendieron la fuga del sitio, sin dejar rastro alguno.

Victima

El joven músico, de aproximadamente 28 años de edad, señaló que su instrumento tiene un valor de alrededor de cinco millones de pesos y, la cantidad de dinero hurtado no fue descrita por parte de la víctima.

Por otra parte, García, no pudo identificar a los asaltantes ya que estos llevaban cascos y tapabocas puestos, por lo cual se le dificultó reconocer al momento de la golpiza, a eso se le sumó que no contaba con luz de día para haberles visto alguna marca que los ayudara a distinguirlos.


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