El viceministro de Agua, en el centro de una polémica luego de que el presidente Gustavo Petro mencionara a un supuesto senador involucrado en el “tráfico de agua”, aseguró públicamente que no ha renunciado ni ha recibido solicitudes para dejar el cargo. La aclaración surge tras rumores de una posible salida anticipada del funcionario, alimentados por la declaración presidencial que insinuaba nexos indebidos entre actores políticos y la gestión de recursos hídricos. El viceministro reiteró que no tiene vínculos con hechos irregulares y que continúa cumpliendo sus funciones con transparencia.
La controversia ha encendido el debate sobre las presiones políticas en el sector de agua potable y saneamiento básico, un tema sensible en regiones donde el acceso al agua es limitado. Aunque el presidente no dio nombres concretos, la alusión generó especulaciones dentro del Gobierno y el Congreso. Mientras tanto, el viceministro se ha mostrado firme en su defensa, subrayando su disposición a colaborar con cualquier investigación que garantice la claridad institucional. El caso refleja las tensiones internas en el Ejecutivo y pone bajo la lupa la forma en que se manejan los recursos vitales en el país.
