Redacción EXTRA
Las calles de Cali atraviesan una difícil situación que genera tristeza e inconformidad entre los ciudadanos. Los huecos y el deterioro de la malla vial se han convertido en un problema constante que afecta la movilidad y la seguridad de todos. Conductores de motos, carros y buses manifiestan que transitar por la ciudad es un reto diario, lleno de riesgos, molestias y, para algunos, un verdadero dolor de cabeza.
Los motociclistas son quienes más sufren con el deterioro de las vías. Al ser un vehículo más liviano y expuesto, la motocicleta se convierte en una trampa peligrosa al caer en huecos profundos o al resbalar por asfalto en mal estado. Los golpes y caídas aumentan el número de accidentes, generando consecuencias graves tanto en lo físico como en lo económico. Muchos de estos siniestros podrían evitarse si las autoridades atendieran las múltiples denuncias ciudadanas.
El tráfico en Cali también se ve gravemente afectado por esta situación. Las calles deterioradas obligan a los conductores a reducir la velocidad, frenar bruscamente y realizar maniobras peligrosas. Esto genera grandes congestiones, pérdida de tiempo y un aumento considerable en los accidentes de tránsito. Algunas de las avenidas más emblemáticas, como la Calle 5, que solía embellecer la ciudad, hoy luce abandonada y llena de baches.
Reglas
Claudia Morales, ciudadana caleña, expresó su inconformidad ante esta problemática que afecta a todos. “Es demasiado triste ver cómo están las calles, llenas de huecos y con tantos accidentes. El tránsito debería hacer cumplir las reglas, pero no molestar a los conductores con retenes innecesarios”, declaró. Su motocicleta, como la de muchos otros ciudadanos, se ve cada día más afectada por los constantes golpes y daños mecánicos
Según su denuncia, el papel de las autoridades de tránsito debería centrarse en garantizar una movilidad segura, en lugar de crear más obstáculos para los conductores. Morales considera que los operativos actuales no están enfocados en educar ni prevenir, sino en sancionar sin criterio. Propone que se implementen campañas de concientización sobre seguridad vial y el respeto por las normas, sin dejar de lado la inversión urgente en infraestructura
Ante este panorama, la ciudadanía espera que la administración municipal tome medidas reales y efectivas. Mejorar las calles no solo devolvería la confianza a los caleños, sino que también reduciría considerablemente la accidentalidad y los daños a los vehículos. La inversión en infraestructura vial no debe seguir postergándose, ya que impacta directamente en la calidad de vida de todos. Cali necesita una transformación urgente en su movilidad, con soluciones técnicas, voluntad política y compromiso ciudadano.




