Villavicencio enfrenta una grave problemática de infraestructura en la vía que comunica la Glorieta del Hospital con el barrio Galán. En el tramo ubicado entre los barrios La Azotea y Mesetas, el terreno se está socavando por debajo, lo que ha provocado un hundimiento progresivo de la calzada y representa un peligro latente para los transeúntes y conductores.
El sector afectado, que muchos confunden con un puente, es en realidad un terraplén construido hace varios años por los propios habitantes de la zona. En la actualidad, la falta de mantenimiento y la erosión del terreno han causado fracturas visibles en la vía, comprometiendo su estabilidad. Los residentes han expresado su preocupación y han solicitado respuestas por parte de Mario Leandro Castro Espinosa, secretario de Infraestructura de Villavicencio, a quien responsabilizan por la falta de intervención oportuna.
Abismo
Uno de los aspectos más alarmantes de esta situación es la ausencia de medidas de seguridad en la vía. Aunque existe un andén para peatones, este se encuentra interrumpido abruptamente, dejando un vacío que da paso a un abismo de aproximadamente 50 metros de profundidad. No hay barandas ni elementos de protección que impidan una caída fatal. A la derecha de la vía, tres viviendas se encuentran al borde del precipicio, sin patios ni ningún tipo de resguardo. En el lado opuesto, la calzada muestra grietas y hundimientos cada vez más notorios, lo que sugiere que el problema se agrava con el paso del tiempo.
Según testimonios de los residentes, ya se han presentado varios incidentes en este punto crítico de la ciudad. Algunos vehículos han perdido estabilidad y han terminado en el abismo.
“Una moto se fue abajo hace poco. Hace unos meses ocurrió lo mismo con otro vehículo. Ya han pasado varios accidentes en este sector y nadie hace nada”, relata un habitante del sector, quien prefirió mantenerse en el anonimato.
Cierre temporal
Ante el deterioro progresivo de la carretera, las autoridades de tránsito han tomado la decisión de cerrar la vía temporalmente. Según Luis Felipe Mejía, comandante de los agentes de tránsito, la medida busca permitir que los recientes trabajos de reparación con concreto fragüen correctamente antes de reabrir la circulación.
“La vía está sufriendo un deterioro significativo, por lo que decidimos cerrarla para dar tiempo a que se consoliden los arreglos. La próxima semana se aplicará una nueva capa de asfalto”, explicó Mejía.
La comunidad insiste en la urgencia de construir una baranda de seguridad, reforzar la estructura de la vía y garantizar que no se sigan presentando hundimientos que puedan ocasionar una tragedia. Entretanto, la incertidumbre persiste entre los habitantes de los barrios La Azotea y Mesetas, quienes ven cómo la infraestructura de su sector se deteriora sin una solución clara a la vista.
