El Gobierno de Venezuela emitió una fuerte respuesta tras las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien admitió haber autorizado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a llevar a cabo operaciones clandestinas en territorio venezolano. Caracas calificó estas expresiones como “belicistas y extravagantes”, y aseguró que constituyen una “gravísima violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas”.
A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano manifestó su rechazo absoluto y denunció que tales acciones configuran una estrategia de hostilidad, intimidación y acoso contra su país. Según la diplomacia venezolana, la utilización de la CIA en conjunto con movimientos de tropas en el Caribe refleja un plan dirigido a desestabilizar al Gobierno de Nicolás Maduro y abrir la puerta a una intervención militar.
Uno de los puntos más enfatizados en el pronunciamiento es la acusación de que Washington busca un “cambio de régimen” en Caracas, con el objetivo final de apropiarse de las vastas reservas de petróleo que posee Venezuela. Para el Ejecutivo de Maduro, la justificación estadounidense de combatir el narcotráfico no es más que un pretexto para encubrir una política de agresión y control geopolítico sobre los recursos naturales de la nación caribeña.
La tensión escaló aún más después de que Trump, desde el Despacho Oval, afirmara que tras haber “bloqueado casi completamente” el tráfico de drogas en el océano, ahora planea hacerlo “en tierra firme”. Estas declaraciones fueron interpretadas por Caracas como una amenaza directa de extender operaciones militares hacia su territorio.
El mismo día, The New York Times publicó un informe en el que citaba a funcionarios estadounidenses, señalando que la administración Trump habría autorizado a la CIA a realizar operaciones letales tanto en Venezuela como en el Caribe. Según el medio, estas medidas permitirían a la agencia ejecutar acciones encubiertas contra Maduro o miembros de su Gobierno, ya sea de manera unilateral o como parte de una ofensiva militar de mayor alcance. Aunque el diario aclaró que no se conoce si la CIA ya planifica misiones específicas, subrayó que esta autorización representa un cambio sustancial en la política de seguridad de EE. UU. hacia la región.
El artículo del Times también recordó que la CIA mantiene desde hace años vínculos de cooperación con varios gobiernos latinoamericanos en temas de inteligencia y lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, destacó que nunca antes había recibido autorización explícita para ejecutar acciones mortales en la región.
Con este escenario, la crisis diplomática entre Washington y Caracas se profundiza. Venezuela ha instado a la comunidad internacional a condenar lo que considera un acto de agresión y una amenaza contra la paz mundial, mientras advierte que defenderá su soberanía frente a cualquier intento de intervención extranjera.




