Las autoridades venezolanas informaron a Estados Unidos sobre la existencia de un presunto plan para introducir artefactos explosivos en las inmediaciones de la embajada estadounidense en Caracas, según comunicaron fuentes oficiales. La alerta motivó la activación inmediata de protocolos de seguridad y una investigación conjunta entre cuerpos de seguridad venezolanos y personal diplomático norteamericano.
Tras el aviso, se reforzaron los controles en la zona: se incrementó la presencia policial y de unidades de seguridad perimetral, se revisaron accesos y se limitaron temporalmente las actividades públicas en las cercanías de la sede diplomática. Funcionarios del Estado señalaron que las medidas buscan proteger tanto al personal acreditado como a la población civil del sector.
Las autoridades anunciaron la apertura de una investigación penal para determinar el origen del supuesto plan, identificar a los responsables y establecer si hay vinculación con grupos u organizaciones específicas. Los investigadores trabajan en la recolección de pruebas y en la verificación de informaciones de inteligencia que dieron pie a la alerta.