El hurto sigue siendo el pan de cada día y en la ciudad de Tunja varios ciudadanos han denunciado ser víctimas de este flagelo en distintos sitios de la capital boyacense.
El más reciente caso denunciado ocurrió en inmediaciones al almacén Makro Tunja, donde un hombre hizo público el hecho del atraco.
Dijo el denunciante, que al salir del local lo abordó un sujeto vestía prendas oscuras, el cual de forma violenta le hurtó una maleta que contenía elementos de valor dentro del mismo.
Inmediatamente perpetuado el robo, el ciudadano pidió ayuda a la comunidad para llamar al cuadrante, quienes llegaron a los pocos minutos.
Al arribar la patrulla de la Metropolitana, el hombre les señaló la dirección por la se había fugado el ladrón con la maleta. Fue así como los uniformados con las características suministradas, notan a lo lejos al delincuente, quien al notar la presencia policial emprende la huida.
El Policía corrió rápidamente en dirección al ladrón y por fortuna, dos cuadras más adelante y luego de aquella persecución, fue capturado el ladrón, hallándole en su poder un morral que contenía dos computadores uno de marca Hacer y otro Asus y un par de tenis.
De forma libre y espontánea, la víctima decide interponer la denuncia, por lo que inmediatamente los uniformados le leen los derechos como capturado a Jesús David Castillo por el delito de hurto.
Posteriormente, fue trasladado al Hospital para la respectiva prueba Covid y después fue enviado a las carceletas de la Uri para su proceso de judicialización.
La víctima del intento de hurto agradeció a la Policía por ayudarle a recuperar los computadores, ya que se desempeña como tecnólogo de sistemas, y esos aparatos eran producto de su trabajo, por lo que se los habían entregado para ser arreglados.
Así mismo, el denunciante de 21 años de edad, reside en la ciudad de Duitama, por lo que venía a la capital boyacense solo por cuestiones laborales.
Mientras tanto, el delincuente Jesús David reside en el barrio El Carmen de Tunja, tiene 22 años de edad y es de nacionalidad venezolana.
Por esta razón, la comunidad sigue indignada y pidiendo ayuda por la delincuencia que al parecer genera esta población en la capital boyacense, con la excusa de rebuscársela para la comida.
Indican que ya están cansados de los contantes robos que realizan en varios puntos de la ciudad y que infortunadamente aunque son capturados, son dejados en libertad al poco tiempo.

