Vélez Sarsfield avanzó a los cuartos de final de la CONMEBOL Libertadores tras vencer 2-0 a Fortaleza en Liniers, sellando un global de 2 a 0 que refleja la solidez del equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto. En un partido de alta intensidad y concentración, el Fortín mostró oficio, estrategia y contundencia, dejando sin respuestas a un rival que nunca logró entrar en ritmo.
El equipo argentino golpeó rápido. A los 7 minutos, Maher Carrizo abrió el marcador con una gran definición que desató la euforia del público local. El tanto fue producto de una presión alta bien organizada, una de las señas que Barros Schelotto ha instalado desde su llegada. Vélez no se conformó y siguió presionando arriba, asfixiando cada intento de Fortaleza por salir jugando.
El golpe final llegó a los 28 minutos, cuando Tomás Galván aprovechó un error en la defensa brasileña y convirtió el segundo tanto con gran categoría. Fortaleza, que ya había sufrido en la ida, se vio totalmente superado y sin herramientas para reaccionar ante un Vélez enérgico, ordenado y muy efectivo.
El planteo táctico del Mellizo fue clave. Vélez controló los tiempos del partido, alternando presión con pausas y sabiendo cuándo acelerar. Fortaleza apenas inquietó en el complemento, y cada intento fue rápidamente neutralizado por una defensa firme y un mediocampo que nunca perdió el equilibrio.
Barros Schelotto, quien asumió el desafío de devolver a Vélez al protagonismo internacional, empieza a dejar una huella clara en el equipo. La solidez colectiva, la apuesta por los jóvenes y el carácter competitivo fueron protagonistas en una noche que ilusiona a todo Liniers con una campaña memorable en la Libertadores.
El estadio José Amalfitani fue una fiesta tras el pitazo final. La hinchada reconoció no solo el triunfo, sino también la identidad que empieza a consolidarse. Vélez no solo ganó; convenció, dominó y dejó en claro que tiene argumentos para pelear con cualquiera en la siguiente fase del torneo.
Con el boleto a cuartos en el bolsillo, Guillermo Barros Schelotto y sus dirigidos ya piensan en el próximo desafío. Mientras tanto, la ilusión crece: Vélez sueña despierto en la Copa, con un DT de experiencia internacional que parece haber encontrado la fórmula justa entre juventud, agresividad táctica y temple competitivo.
