El 11 de julio, en la séptima etapa del barrio La Esperanza en Villavicencio, se vivió un tenso episodio relacionado con la inseguridad. La comunidad cansada de los constantes actos delictivos, presenció un intento de robo que desencadenó una fuerte reacción por parte de los residentes.
Un joven dejó su bicicleta parqueada mientras realizaba una compra en una tienda, pero en ese breve lapso, Miguel Ángel Martínez intentó robar la bicicleta. Los vecinos al percatarse del intento de hurto, lo detuvieron, propinándole una golpiza, donde algunos residentes se sumaron al acto de represalia, golpeando a Martínez durante varios minutos.
Gracias al aviso oportuno de la comunidad, la policía llegó al lugar y arrestó a Miguel Ángel Martínez, de nacionalidad venezolana. Fue trasladado a la estación de policía para enfrentar cargos por intento de hurto. Durante el arresto, el oficial en turno explicó a Martínez que su situación era consecuencia de sus acciones y trató de calmar a la multitud, recordándoles que tomar la justicia por mano propia no era la solución.
Los residentes expresaron que la violencia empleada contra Martínez fue una reacción a la inseguridad constante en la zona. La frustración acumulada por la falta de respuesta efectiva de las autoridades ha llevado a la comunidad a tomar medidas drásticas por su cuenta. La escena se tornó caótica hasta que uno de los vecinos decidió llamar a la policía para que interviniera en el altercado.
