El Papa León XIV manifestó su “profunda tristeza” por el reciente ataque contra la única iglesia católica en la Franja de Gaza, donde resultó herido el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, párroco de la comunidad. En una declaración oficial desde el Vaticano, el pontífice pidió respeto por los lugares sagrados y clamó por la protección de las minorías religiosas en medio del conflicto. El ataque, cuya autoría aún no ha sido confirmada, se produjo en medio de un bombardeo en el área, afectando directamente al templo y a varios civiles que se refugiaban allí.
La Santa Sede calificó el hecho como una grave violación al derecho internacional humanitario y exigió garantías para la labor humanitaria y religiosa en zonas de guerra. El padre Romanelli, conocido por su labor pastoral en medio de la crisis humanitaria en Gaza, fue trasladado a un centro médico y se encuentra fuera de peligro. El incidente ha reavivado las alertas sobre la creciente vulnerabilidad de los centros religiosos en zonas de conflicto, mientras el Papa reiteró su llamado urgente a un cese al fuego y al diálogo entre las partes enfrentadas.
