La tranquilidad de los barrios Altamira y San Ignacio, en Tunja, se vio alterada tras un hecho de vandalismo que terminó con la captura de dos hombres en flagrancia por parte de la Policía Metropolitana.
De acuerdo con el reporte oficial, los sujetos fueron sorprendidos en horas de la madrugada cuando ocasionaban destrozos a bienes privados y comunitarios, generando un perjuicio económico estimado en más de tres millones de pesos. Los daños incluyeron estructuras y elementos de uso común, lo que provocó malestar y rechazo entre los habitantes de la zona.
La oportuna reacción de la comunidad resultó clave, pues vecinos alertaron a las autoridades sobre movimientos sospechosos en los sectores afectados. En respuesta, varias patrullas acudieron al lugar, logrando la detención inmediata de los responsables antes de que intentaran escapar.
Tras su captura, los implicados fueron conducidos a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) y quedaron a disposición de la Fiscalía General de la Nación, que adelanta el proceso judicial correspondiente bajo el delito de daño en bien ajeno. El procedimiento en flagrancia permitirá que las diligencias avancen con mayor rapidez.
Los residentes de Altamira y San Ignacio expresaron su indignación y pidieron a las autoridades fortalecer la presencia policial en las calles. Según señalaron, los constantes actos de vandalismo y la inseguridad creciente se han convertido en una de sus principales preocupaciones.
Por su parte, la Policía reiteró su compromiso con la seguridad ciudadana y recordó la importancia de las denuncias oportunas para prevenir hechos similares. Además, insistió en que la cooperación entre comunidad y autoridades es esencial para garantizar la tranquilidad en la capital boyacense.




