Nuevamente se conoce una noticia de tragedia en departamentos vecinos, donde los vallecaucanos salen de su ciudad natal especialmente en busca de mejores horizontes y cambios positivos para su calidad de vida, pero que lo único que terminan encontrando frente a frente, es a la muerte, esa misma de la que nadie puede huir después de que se atraviesa en el camino. Esto fue lo que sucedió a un ciudadano del Valle, que ejercía tareas laborales en suelo quindiano.
En horas de la noche un estallido de disparos sacudió el apacible barrio Arcoíris de Armenia, revelando un cruel acto de violencia. Juan Manuel Lloreda Bonilla, de 43 años, fue hallado mortalmente herido en su camioneta, víctima de un ataque armado sin piedad. Según el teniente coronel Luis Fernando Atuesta, el fallecido se dedicaba a la comercialización de motocicletas, una actividad que podría haber sido el origen de este acto sangriento. Llevaba ocho meses en la ciudad.
Las autoridades no descansan en su búsqueda de justicia, intensificando las investigaciones para capturar a los responsables. Se están examinando pruebas físicas y testimonios, así como el análisis meticuloso de las grabaciones de cámaras de seguridad. Este lamentable suceso, que eleva a 58 el número de homicidios en el Quindío en lo que va del año, no solo arrebata una vida, sino que también deja una sombra de inseguridad y temor sobre la ciudadanía.
